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Investigación y Vinculación
2021-03-08
Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2021
La doctora Mayra Elizondo Cortés recibe el galardón por sus aportaciones a la docencia e investigación en FI.
Por: Rosalba Ovando Trejo
Fotografía: Eduardo Martinez Cuautle
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Doctora Mayra Elizondo Cortés

El pasado 4 de marzo, la Universidad Nacional Autónoma de México llevó a cabo la ceremonia virtual del Premio Sor Juana Inés de la Cruz, en la que se destacó la labor docente, de investigación y difusión cultural de 81 académicas. La coordinadora para la Igualdad de Género de la UNAM, doctora Diana Tamara Martí­nez, reconoció los avances de la UNAM en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la academia e investigación.

Tras recordar la vida y obra de la "décima musa", la poeta y pensadora Sor Juana Inés de la Cruz, aplaudió a las mujeres que han podido superar el llamado "piso pegajoso", que refiere las dificultades para que las mujeres accedan y se desarrollen fuera del ámbito privado, y a la Universidad porque "poco más de la mitad del estudiantado de nivel licenciatura es femenino y sus académicas constituyen ya 44.5 por ciento; hoy estamos premiando a 81, felicidades", expresó.

La galardonada de la Facultad de Ingenierí­a (FI), la doctora Mayra Elizondo Cortés recibió el diploma y la medalla de plata que acreditan la distinción de manos del maestro Gerardo Ruiz Solorio, secretario General de la FI, el pasado 2 de marzo, debido al protocolo sanitario. En entrevista, la doctora Elizondo nos permitió acercarnos a su familia, vocación docente, desarrollo profesional, opinión sobre la equidad de género y su sentir por este reconocimiento.

La académica con 26 años de carrera docente, originaria de la Ciudad de México, fue la primera de tres hijos del matrimonio formado por el ingeniero nicaragí¼ense Ronald Elizondo Márquez (becado en su paí­s para estudiar en la FI-UNAM), y de la psicóloga Elvira Cortés Rí­os. "Mi infancia fue feliz, estuve rodeada de familia, juegos, paseos, y de libros de cuentos y de ciencias, de ahí­ nació mi interés por las matemáticas y la literatura; mi relación con mis padres fue estrecha, me educaron con la idea de que podí­a estudiar y realizar lo que quisiera", relató.

Dos etapas importantes definieron y reafirmaron su gusto por las matemáticas: "En quinto de primaria entendí­ bien lo que eran los modelos matemáticos y la trigonometrí­a gracias a mi maestra Hayar Magdub, cuyas clases eran mágicas. Seguro no fui la única de ese grupo de niñas y niños que estudió algo relacionado con esa área". Años más tarde, ingresó a la ENEP Acatlán donde conoció a la doctora Maricarmen González Videgaray: "Me enseñó que los modelos matemáticos no son sólo números, sino que pueden aplicarse en la resolución de problemas y ayudar a las personas; fue una de las mejores épocas de mi vida, con un ambiente excitante y motivador, cultivado por excelentes profesores como ella".

Matemáticas y docencia

Tras concluir la licenciatura en Matemáticas Aplicadas y Computación en 1992 y gracias a su buen desempeño, un maestro la invitó a dar clases, reto que aceptó. "Comencé a dar clases sin una formación docente; sin embargo, varios integrantes de mi familia materna, -abuelos, madre y tí­as-, ejercieron el magisterio, ellos y profesoras como Magdub y González me inspiraron a descubrir mi pasión por la enseñanza y que estar frente a mi grupo, aún ahora, es un momento de total felicidad".

Mayra Elizondo decidió estudiar la maestrí­a en Investigación de Operaciones en la Facultad de Ingenierí­a en 1998 y posteriormente, decidida a desarrollarse en la investigación, el doctorado en la misma área (2000-2005). Convencida de que la docencia era su vocación, al finalizar se incorporó al Departamento de Ingenierí­a de Sistemas, DIMEI: "Ser profesora de la UNAM significó una realización personal y transmitir conocimientos una gran satisfacción; sé que estoy en lugar en el que soy más útil".

Empezar a dar clases fue difí­cil, narra, pues un profesor universitario generalmente se va formando en el aula y a la par aprende acerca de educación y didáctica, se va capacitando: "La cuestión es desear hacerlo, comprometerse a preparar cursos novedosos, actualizados y buscar la mejor manera de guiar y evaluar el aprendizaje, fomentar el razonamiento y la reflexión". La doctora Elizondo, profesora de Carrera Titular "B" de Tiempo Completo Definitiva en el Departamento de Ingenierí­a de Sistemas del Posgrado de la FI, opina que un profesor de cualquier nivel debe ser muy sensible, considerar las caracterí­sticas de cada alumno, su origen, necesidades, incluso situaciones personales y sus objetivos, entre otros aspectos.

Sobre la educación a distancia, la doctora Elizondo precisó que se lleva a cabo una enseñanza de acompañamiento que trata de emular la dinámica presencial en lí­nea; sin embargo, estimó que esta coyuntura ha revelado que la enseñanza-aprendizaje sigue centrada en el profesor y que es urgente formar personas con autonomí­a de aprendizaje. Asimismo, subrayó que esta experiencia ha sido interesante y retadora, pues muestra la posibilidad de lograr una enseñanza hí­brida, en la que se puede aprovechar las ventajas de ambas modalidades en favor de los y las estudiantes, a quienes se debe motivar para que cooperen más entre ellos y con el docente, y confí­en en que no se va a perder calidad de la enseñanza. "Algo positivo es que la barrera de espacio en el aula que establece una jerarquí­a entre el profesor y los alumnos se ha rebasado gracias a una pantalla que nos permite a los docentes ver las caras, expresiones y reacciones de los estudiantes, esto ha sido benéfico, porque nos podemos percibir como un solo equipo de trabajo", aseguró.

Experiencia laboral, docente y de investigación

La doctora Mayra se desempeñó en la FES Acatlán como jefa de la sección de Investigación de Operaciones y Métodos Numéricos y en la FI como jefa de la sección de la maestrí­a y doctorado en Investigación de Operaciones e Ingenierí­a Industrial (2007-2015), ambas responsabilidades le enseñaron la importancia de analizar las decisiones y acciones, considerando sus impactos en profesores, alumnos y la institución: "Debemos cuidar la calidad de la enseñanza y de los docentes, y actualizar los conocimientos que se deben transmitir. Los cargos académico-administrativos son muy demandantes; es digno de admirar a quien ejerce al mismo tiempo la docencia y la gestión académica, estar frente a grupo te sensibiliza para desarrollar mejor esas tareas. En mi gestión me percaté de la falta de espacios para que los alumnos trabajaran en equipo, por ello se adecuó uno extra con pizarrón, mesas y asientos".

La doctora Elizondo participa como integrante del Seminario Doctoral de Ingenierí­a de Sistemas del Posgrado de Ingenierí­a UNAM: "Estoy a cargo de un programa de servicio social, pues me interesa iniciar y formar estudiantes en la investigación, en torno al desarrollo y aplicación modelos matemáticos para la resolución de problemas sociales. Trato siempre de mostrar que el trabajo en equipo entre mujeres y hombres es importante, que ambos deben aprender a ser lí­deres o permitir que un lí­der los dirija, confiar en el trabajo de los demás y hacer lo que les corresponde, aceptar y aportar ideas, saber organizarse, conocer y aprovechar sus habilidades, todo en pro de proyectos con responsabilidad social", acotó.

La doctora ha promovido la formación para la investigación entre alumnos y alumnas de la FI en las asignaturas que imparte: Programación entera, Simulación, Análisis multicriterio, Metodologí­a de la investigación de operaciones, Proyecto de investigación I, II y III, con el fin de despertar el interés por realizar una tesis para graduarse, lo que considera una de las mejores ví­as para iniciarse en la investigación. En 2015 diseñó un curso para profesores de la FI sobre metodologí­a de la investigación y dirección de tesis, cuyo fin es preparar directores de tesis efectivos. "Este curso ha tenido muy buena recepción entre profesores de muchas entidades de la UNAM".

Cabe destacar que en 2020 el Consejo Técnico de la FI le otorgó la Cátedra Especial "íngel Borja Osorno". También ha participado en proyectos PAPIIT y PAPIME, así­ como en convenios de colaboración con Sedesol, Setravi y SIINEGEI, desarrollando actividades de asesorí­a en estudios técnicos, impartición de cursos regionales y diplomados.

Premio Sor Juana Inés de la Cruz, un gran compromiso

La doctora Elizondo dedica este premio a sus padres y a la profesora González Videgaray por el apoyo que siempre le han brindado y expresa sentirse emocionada por esta distinción que legitima que las mujeres pueden desarrollarse de forma sobresaliente en cualquier campo de conocimiento; agradeció al Consejo Técnico de la FI reconocer su labor de más de dos décadas en la docencia y la investigación: "Implica un mayor compromiso para mejorar y apoyar a las estudiantes para que logren una destacada participación en las carreras en las que todaví­a hay una marcada discriminación de género".

Agregó que en la FI ha aumentado la matrí­cula de mujeres en algunas carreras, pero se siguen observando casos de discriminación y acoso: "Las estudiantes tienen que aceptar los chistes sexistas y los albures para ser aceptadas como pares, prevalece la idea de que los hombres son superiores y que las mujeres deben hacer más esfuerzo por sobresalir". Aseveró que es necesario fomentar el respeto entre todos los miembros de la comunidad académica sin fijarse en su condición, apariencia, género o preferencia sexual, y que un taller o curso no será suficiente para cambiar el contexto actual, porque tiene que ver con la cultura patriarcal profundamente arraigada en nuestra sociedad.

Comentó que ella sufrió discriminación y acoso en la prepa, por lo que tuvo que esforzarse el doble en sus estudios, y aunque la mayorí­a de sus compañeras veí­an esto con normalidad, en su caso representó una sorpresa, ya que en su familia siempre se fomentó la idea de que las mujeres eran capaces, inteligentes, valiosas y que nadie debí­a violentarlas. "Procuro que mis alumnas encuentren en mí­ un respaldo, una aliada; mi compromiso es seguir abriendo brecha para que otras mujeres se desarrollen en las áreas que deseen, pues es una cuestión de justicia social".

Asimismo, considera que los cargos de decisión deben otorgarse a las mujeres por su mérito, no como una concesión, aunque es importante cumplir con la cuota de género debido a la desventaja en la que se encuentran las mujeres desde hace siglos: "Necesitamos acceder a cargos de decisión polí­ticos, administrativos y académicos para apoyar otras mujeres y ser un referente para las futuras generaciones, es una deuda que se tiene con nosotras".

Afirmó que el empoderamiento de la mujer no se alcanzará mientras no se reconozca su libertad de decisión, no logre su independencia económica y prevalezca la competencia encarnizada entre las mujeres por lograr el reconocimiento y beneplácito de los hombres (dueños de los recursos y toman las decisiones), impidiendo la sororidad: "Cuando podamos acceder a los cargos de decisión, elegir nuestra forma de vida, sin estereotipos de lo femenino y lo masculino, se hablará de empoderamiento, en tanto seguiremos siendo seres humanos de segunda", enfatizó.

La doctora Elizondo, quien ha dirigido más de 50 tesis de maestrí­a y tres de doctorado (48 por ciento de mujeres), se ha dado cuenta que uno de los criterios de las tesistas para elegir asesor suele ser evitar el acoso y el maltrato. Advirtió que esto debe cambiar, pues lo mí­nimo que nuestra Universidad le debe ofrecer a sus alumnas son las condiciones para que sean tratadas con respeto y se sientan seguras, sin que tengan que olvidarse de sus aspiraciones: "Trabajaré para que eso ocurra", sostuvo.

Ratificó que tras este reconocimiento quiere seguir aprendiendo para perfeccionar su labor docente y ser una mejor guí­a de aprendizaje, más sensible en el aula, y comprender las necesidades de sus alumnas y alumnos; además, proyecta integrar un grupo de mentorí­a: "Me siento comprometida con mis alumnas para infundirles confianza y mostrarles que pueden tomar sus propias decisiones, ser independientes y felices con lo que hagan".

De publicaciones arbitradas a la literatura

La doctora Elizondo ha presentado ponencias en congresos nacionales e internacionales y publicados textos como Complejidad Computacional, Simulación y Cuantificación del efecto látigo en una Cadena de suministro utilizando Teorí­a del Caos; tiene artí­culos en las revistas indexadas: International Journal of Automotive and Mechanical Engineering, Journal of Applied Research and Technoloy, Simulation Modelling Practice and Theory, y Symmetry. Colaboró en tres capí­tulos en libros de Ingenierí­a de Sistemas y de Logí­stica: "Publicar artí­culos es una experiencia necesaria en muchos aspectos, pero también muy demandante, deberí­a haber más facilidades para desarrollar estas actividades sin descuidar la formación de los y las estudiantes", puntualizó.

Dentro de sus múltiples facetas, la doctora Elizondo dedica un especial gusto por la lectura, que adquirió desde pequeña. Entre sus géneros favoritos están la ciencia ficción y la novela negra y de terror, sus autores predilectos son Amparo Dávila, Rosa Montero, Diane Setterfield y Bernardo Esquinca. En 2005 obtuvo el tercer lugar en el Primer Concurso de Cuento de Ciencia Ficción de la Sociedad de Ingenierí­a Aeronáutica y Aeroespacial de la UNAM y en 2018 publicó "Dí­a feriado", (https://revistaliterariamonolito.com/cuento-dia-feriado-por-mayra-elizondo-cortes/). Actualmente sigue participando en talleres literarios y cí­rculos de lectura.

Mayra Elizondo, la mujer

Mayra Elizondo se define como una persona con una gran capacidad de sorpresa, disfruta el mar, bailar, cocinar, viajar y estar consigo misma: "De mi madre aprendí­ que tener una vida interior muy rica es esencial para ser feliz, que es importante cuidarnos, aprender cosas y gozar cada momento, que la inteligencia es lo que nos sacará siempre de nuestros problemas. Mi mayor poder es decidir sobre todos los aspectos de mi vida, a eso le llamo la maravilla de vivir". No le gusta callar sus opiniones o aparentar: "A mis alumnas siempre les aconsejo que defiendan sus puntos de vista, que al tomar decisiones traten de ponerse en el centro, que estén conscientes de su valor y sus capacidades; estoy convencida de que no sólo las palabras, sino el ejemplo, es el que puede hacer la diferencia en la vida de otras mujeres".