La doctora Mayra Elizondo Cortés, profesora e investigadora del posgrado de Ingeniería, obtuvo el Reconocimiento Mujeres Sobresalientes en Logística, otorgado por la Asociación Mexicana de Logística y Cadena de Suministro A. C., en el marco de su IX Congreso Internacional (Cilog), realizado del 29 de septiembre al 1 de octubre, de manera virtual.

En esta primera entrega del galardón, se celebra la contribución de la doctora Elizondo en el campo de la logística, así como su desempeño profesional y académico de 28 años de carrera: ha dirigido más de 50 tesis de maestría (40 por ciento sobre logística) y fue acreedora al Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz 2021 que da nuestra Universidad, entre otros logros.

Mujeres Sobresalientes en Logística fue creado para visibilizar a las pioneras en un área claramente dominada por hombres, su trabajo y valiosas aportaciones, además de propiciar la integración de más mujeres, impulsando así la igualdad de género. "Recibir este reconocimiento significa para mí que las mujeres puedan tener más oportunidades de vivir la vida que quieren", comentó Mayra Elizondo.

Mujeres en la logística

México es considerado un punto importante en muchas cadenas logísticas y de suministro a nivel mundial por su posición geográfica estratégica. Esto se hizo más evidente a raíz de la emergencia sanitaria actual, lo que también puso sobre la mesa la relevancia de las cadenas regionales. En este escenario, toda Latinoamérica tiene la oportunidad de fortalecerse y reforzar lazos, y México, de situarse como líder de la zona. Para ello, es indispensable contar con personal preparado, conocedor del lenguaje de comunicación internacional y capaz de tomar decisiones, negociar, dirigir grupos, manejar información y de aplicar los modelos más actualizados a las complejas problemáticas presentes.

En el área de logística y cadena de suministro, tradicionalmente asociada a los hombres y a trabajos que involucran la fuerza, como el manejo de vehículos o la administración de almacenes, es frecuente encontrar cierta indisposición para la participación de las mujeres. Pese a estos supuestos impedimentos, la investigadora considera que se trata de actividades que, si ellas quisieran y gustaran, podrían hacerlas sin problema alguno, valiéndose de la tecnología para suplir una hipotética falta de habilidad física. Aun así, este campo de desarrollo es tan amplio, que pueden aportar desde muchísimos otros ángulos.

En última instancia, el mejor remedio sería un cambio cultural que elimine la idea de tareas divididas según el binarismo de género hombre-mujer y que acabe con los prejuicios que vetan a uno o al otro de ciertas labores. "Es de justicia social el permitirle a una mujer que estudie y se desarrolle en el área que ella quiera, sea la que sea", dijo la investigadora.

Para alcanzar la equidad, el trabajo docente en las aulas es crucial: educar con la realidad y servir de ejemplo, marcar pautas, brindar apoyo, motivar, comprometerse y no perder de vista los puntos a mejorar. "Todos merecemos respeto, todos somos capaces y estamos aquí para aprender y para ayudar a otros con lo que sabemos", afirmó.

Sin embargo, los cambios deben fomentarse con acciones reales también desde otros frentes. En este sentido, aseguró, la Universidad debe llevar la batuta como un espacio donde se diga "aquí yo puedo hacer, puedo estudiar lo que quiera; puedo conocer más cosas, me puedo desempeñar y vivir de la manera que yo quiero".

Para finalizar, agradeció a la AML por el reconocimiento, y a sus maestras y alumnas, por las enseñanzas y motivación que le han brindado.