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Investigación y Vinculación
2021-11-17
Anisotropía sísmica en México
En el Ciclo de Conferencias DICT 2021, el doctor Raúl Valenzuela detalló la anisotropía en el suelo mexicano.
Por: Marlene Flores García
Fotografía: Antón Barbosa Castañeda
Comunicafi
Aspecto de la conferencia virtual

El Ciclo de Conferencias de Investigación y Docencia de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra (DICT) 2021 llevó a cabo de manera virtual, el pasado 17 de noviembre, su tercera charla, en esta ocasión con el doctor Raúl Valenzuela Wong, investigador del Instituto de Geofísica-UNAM como invitado, para abordar el tema Anisotropía sísmica y su relación con la tectónica de México.

La anisotropía sísmica se refiere al cambio que experimenta el sentido de las vibraciones al viajar por un medio cuyas cualidades varían según la dirección en que sean medidas. Un fenómeno similar ocurre en óptica, se le conoce como rayo ordinario y rayo extraordinario.

La onda SKS es un excelente ejemplo de este comportamiento: pasa por el manto debajo de la placa subducida y la misma placa, la cuña del manto y por la corteza continental. Aunque la anisotropía se puede acumular a lo largo de toda esta trayectoria, en la práctica la mayor contribución se detecta en los 400 kilómetros más cercanos a la superficie.

La ventajas de utilizar esta onda son: conocer su polarización, permite ver la anisotropía del lado del receptor y trabajar a distancias telesísmicas (90-125 grados), el ángulo de incidencia es cercano a vertical y su buena resolución lateral. Por otro lado, es difícil saber exactamente a qué profundidad se encuentra.

Al hacer este tipo de trabajo, es importante cuantificar dos parámetros en particular: la dirección de polarización rápida medida en grados al este del norte y la diferencia en el tiempo de llegada entre la onda rápida y la lenta. Esto se puede realizar a partir de sismogramas, procesos matemáticos y comprobaciones, necesarias para asegurarse de que los datos tienen un significado físico.

En la región norte de la península de Baja California, la investigación indica que la anisotropía quedó fosilizada en el manto y que responde a la subducción de la desaparecida Placa de Farallón; mientras que hacia el sur, debido a la geología y a las características de la técnica, la toma de información se imposibilita. Para la zona de Sonora y Sinaloa, el fenómeno coincide con el movimiento absoluto de la Placa de América del Norte, y también con el sentido en que ocurrió la extensión que durante el Mioceno dio lugar a la apertura del golfo.

En cuanto a la parte norte del país, destacan dos estaciones, Parral en Chihuahua y Zacatecas, alineadas con la Sierra Madre Occidental. Más arriba, hacia Casas Grandes, Chihuahua, se perciben similitudes con el sur de Estados Unidos, donde los investigadores han recopilado que el flujo está relacionado a otros factores.

Las placas de Rivera, Cocos y América del Norte son cruciales para el sur de México, y sus movimientos tienen una marcada influencia en los datos recolectados por estaciones permanentes y temporales. En contraste, la dirección de los ejes rápidos en el istmo de Tehuantepec está rotada unos 20 grados, en comparación con otros hacia el oeste, probablemente por la orientación de la trinchera.

A manera de conclusión, el doctor Valenzuela enfatizó que considerar la anisotropía permite tratar con mayor claridad los sucesos sísmicos que ocurren en la Tierra, y que inevitablemente impactan en los humanos. Antes de despedirse, el ponente brindó un reconocimiento a sus colaboradores y a las instituciones que han hecho accesible la información para avanzar en esta investigación.