Daniel Enrique Martínez Segrera, egresado de Ingeniería en Computación, y Antonio Santa María Escobar, de Ingeniería Mecatrónica, recibieron el Premio Ingeniero Manuel Franco López a la Excelencia Académica de las generaciones 2016-2020 y 2017-2021, respectivamente, por haber concluido sus estudios profesionales con los promedios más altos: 9.98 y 9.92.

La ceremonia virtual fue presidida por los doctores Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM, y Carlos Agustín Escalante Sandoval, director de la Facultad de Ingeniería, así como por el maestro José Fernando Franco González Salas, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El doctor Escalante Sandoval agradeció la generosidad de la Asociación Ingeniero Manuel Franco López, felicitó a los galardonados por su compromiso y esfuerzo académico, y los exhortó a continuar dando lo mejor de sí mismos para superarse día con día. Acciones de este tipo, agregó, refuerzan la misión de la Facultad para mantener la excelencia académica en la formación de los ingenieros de este país.

El ministro Franco, por su parte, reconoció la labor de los doctores Graue y Escalante, y también externó su felicitación a los estudiantes, "dignos ejemplos de voluntad y carácter"; les deseó éxito y refrendó su compromiso y el de su familia para continuar otorgando la beca Ingeniero Manuel Franco López y la medalla a la Excelencia Académica.

En su intervención, el doctor Graue reconoció el esfuerzo y dedicación de los condecorados, y manifestó su agradecimiento a la Asociación por el apoyo que brinda año con año, y al doctor Escalante y al cuerpo docente, por su apego a los principios universitarios y por mantener viva la memoria de grandes ingenieros como Manuel Franco López.

Originario de la Ciudad de México, desde pequeño desarrolló interés por las computadoras; en la secundaria se adentró al mundo de la programación con html y en el bachillerato, con Python. Así se percató de lo que quería estudiar y, tras meses de preparación, logró su ingreso a la carrera de Ingeniería en Computación en la UNAM, a la que considera su segunda casa y en la cual no sólo pudo expandir sus horizontes de la mano de profesores que le cultivaron el amor por la ingeniería, sino desenvolverse como una persona libre y sin prejuicios.

Desde primer semestre, se integró a la Sociedad de Desarrollo en Videojuegos (Sodvi), donde aplicó sus conocimientos en programación y tuvo la oportunidad de participar en varios certámenes. Regido siempre por los principios de responsabilidad, humildad, sencillez y modestia, espera devolver a la Universidad todo lo que le ha proporcionado y aplicar sus conocimientos en beneficio de la sociedad.

También de la Ciudad de México, desde niño empezó a desarrollar el valor de la responsabilidad, el gusto por el estudio y el interés por el ajedrez, la danza, el futbol y el taekwondo.

En la secundaria tomó un taller de electricidad que sentó las bases para estudiar una carrera afín a los circuitos eléctricos. Luego cursó el bachillerato en la Preparatoria 9 Pedro de Alba y ahí tuvo oportunidad de ser representante en un concurso interpreparatoriano de programación, obteniendo el segundo lugar. Y a pesar de que gran parte de su vida había pensado en la medicina, su pasión por las matemáticas, los circuitos eléctricos y la informática lo hicieron decidirse por estudiar la carrera de Ingeniería Mecatrónica.

En su tercer semestre, ingresó a la Asociación Estudiantil Cursos Facultad de Ingeniería, donde además de impartir temas de álgebra, geometría analítica, cálculo diferencial y vectorial, termodinámica y mecánica, descubrió su gusto por la enseñanza. De igual manera, formó parte delos programas de Alto Rendimiento Académico, que le permitió aprender el idioma alemán, y de Becas de Excelencia Moisés Itzkowich, destinadas a estudiantes de ingeniería.

Ambos galardonados se encuentran en proceso de titulación y, al hacer uso de la palabra, consideraron un honor recibir el Premio Manuel Franco López a la Excelencia Académica. Agradecieron a la Asociación Ingeniero Manuel Franco López por destacar el esfuerzo de los estudiantes de ingeniería, externaron su reconocimiento a la UNAM y a sus familias, y reafirmaron su compromiso como profesionales en la construcción de un mejor país.