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Cultura y deportes
2021-11-26
Ni una Víctima sin Ser Escuchada Más
Con el lema No quiero sentirme valiente cuando salgo a la calle, quiero sentirme libre concluyó 25N en FI.
Por: Aurelio Pérez-Gómez
Fotografía: Eduardo Martinez Cuautle
Comunicafi
Participación del ingeniero Noé Cruz

Como parte del ciclo En Ingeniería Ni Una Más, organizado por la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Ingeniería (Cinig-FI), dentro de la conmemoración 2021 del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se llevó a cabo el pasado 26 de noviembre la ponencia de clausura Ni una Víctima sin Ser Escuchada Más, dictada por el licenciado Joshua Martínez Rodríguez y el maestro Noé Cruz Marín, personas orientadoras de la Cinig-FI.

El maestro Cruz Marín inició destacando la importancia de prevenir, reconocer y eliminar la violencia de género (VG) en la FI y en la UNAM. Definió la violencia como un acto razonado y socializado ejercido con la finalidad de dominar al otro, sin la capacidad de reconocerlo como semejante; esta diferencia la convierte en desigualdad y reproduce las jerarquías sociales: dominar, someter, controlar, disminuir y excluir.

Aclaró que la VG es toda acción, conducta u omisión que genera daño, angustia, dolor e inclusive la muerte de una persona por su género; citó al doctor Roberto Castro Pérez del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias: "El concepto por sí mismo supone que existe una forma de violencia, diferente de las demás, que puede ser relacionada directamente con las cuestiones de género y que, por ende, afecta fundamentalmente a las mujeres. Sería una definición que participe de los mismos rasgos centrales de otros conceptos como desigualdad de género, opresión de género, estereotipos de género, etcétera, es decir, que derivaría del postulado fundamental que sostiene que hay un orden social que beneficia a los hombres y privilegia lo masculino en detrimento de las mujeres y lo femenino, que produce y reproduce la opresión, la desigualdad, los estereotipos (...) y que por eso la llamamos violencia de género".

Mencionó las cuatro violencias de género más comunes: psicológica (humillaciones, insultos, comparaciones, celos, vigilancia, descalificación, aislamiento, rechazo); física (golpes, empujones, inmovilizaciones); sexual (tocamientos, favores sexuales, chantajes, amenazas, insinuaciones, comentarios inapropiados, obligar a tener relaciones, negación al uso del preservativo), y la patrimonial y económica (limitación de bienes, objetivos y documentos, privación de salario o control de las remuneraciones).

Asimismo, explicó el micromachismo (forma instaurada de VG que incluye estrategias, gestos y actos de la vida cotidiana que son sutiles, pero que se perpetúan y transmiten consciente e inconscientemente) y los conceptos manterrupting, bropianting, gaslighting, mansplaining y manspreading.

Por su parte, el licenciado Martínez Rodríguez compartió datos de un estudio de la Oficina de la Abogacía General, UNAM: la VG en la institución ha ido aumentando en los últimos años, entre los ciclos escolares 2016-2017 y 2018-2019 las quejas pasaron de 243 a 436 (86 por ciento más), mientras que en 2020, pese a que se suspendieron las actividades por pandemia, se registraron 238 casos; además, dijo que la mayoría de las personas que han presentado una queja por VG son mujeres (99 por ciento), mientras que las personas presuntamente agresoras, hombres (94), y que de las que presentaron una queja, 8.9 por ciento reporta tener una orientación distinta a la heterosexual.

De las quejas por VG, 3 por ciento fueron presentadas por personal de confianza, 14 por personal administrativo y el 76 por ciento alumnas (la mayoría de nivel licenciatura). Sobre los tipos de violencia el 85 por ciento son tocamientos, 38 forzar a la ejecución del acto sexual, 22 de insultos, 18 de humillaciones y de amenazas, y un 6 por ciento obligar a observar un acto sexual.

Enfatizó que, en caso de vivir un acto de violencia es esencial conocer la ruta de atención; primero, acercarse a la Defensoría (antes de ir a la oficina jurídica de la entidad académica): "Es importante recordar que hablar con la Defensoría es un derecho no un servicio, nadie te puede amenazar o intimidar por eso. La Defensoría tiene la obligación de mantener la confidencialidad (nadie sabrá que acudiste) hasta que decidas presentar y formalizar tu queja y sea notificada la autoridad".

Recalcó que las quejas en la UNAM se pueden interponer cuando el acto de violencia ocurre en las instalaciones universitarias, en las prácticas de campo y en aquellos asuntos con personas de la comunidad universitaria involucradas, ya sea en espacios públicos o privados.

Para finalizar, dieron a conocer los teléfonos de la Defensoría de los Derechos Universitarios 55 41 61 60 48 (opción 2 para género) y la página web https://www.defensoria.unam.mx/, e invitaron a la comunidad a acercarse a la Cinig-FI (https://bit.ly/30c8fCm) para contar con más información o apoyo en caso de requerirlo.