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Cultura y deportes
2022-02-10
Mujeres STEM: síndrome de la impostora
Como parte de las acciones de la FI pro-igualdad de género, integrantes de Netwomen MX ofrecen plática.
Por: Rosalba Ovando Trejo
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
Comunicafi
Carla Aguilar y Paulina Martínez

En el marco de la celebración del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Ingeniería llevó a cabo, el pasado 10 de febrero, la plática virtual ¿Es normal que tenga que probar mi valor todo el tiempo? ofrecida por Carla Aguilar y Paulina Martínez, fundadoras de Netwomen MX, una plataforma que busca acortar la brecha de igualdad de género y luchar en contra de la violencia que sufren las mujeres en los entornos laborales mediante diversas actividades, como círculos de lectura, cursos de defensa personal y mentorías.

Las ponentes abordaron un tema que consideran primordial: visibilizar el síndrome de la impostora. Carla comentó que se trata de un fenómeno psicológico, seguramente experimentado por muchas mujeres en mayor o menor nivel, asociado con el sentimiento de que no son merecedoras del éxito y que sus logros son sólo resultado de la suerte, el carisma, la astucia y el fraude; no así de su talento, inteligencia, trabajo, esfuerzo o dedicación.

La ponente citó algunas de las frases que se expresan al enfrentar a 'doña impostora': "No tengo suficiente experiencia, me contrataron porque no tuvieron otra opción, mis ideas nunca son tan buenas, mejor no participo o verán que soy una tonta, etc.", y conminó a no tenerle miedo: "Debemos combatirla con herramientas de confianza y autoestima, las cuales nos permitirán reconocer en qué momento llega y cuándo se debe ir, pues de no hacerlo nos hará dudar quiénes somos".

Hablar de confianza, subrayó, es relevante porque las mujeres tienen que reconocer su valía, capacidad y talento para alcanzar objetivos. "No hay que esperar la aprobación de los demás, sino de nosotras mismas; debemos dedicarnos tiempo para la introspección y así conocer nuestras fortalezas, debilidades y amenazas, y ser resilientes para entender que, como parte del proceso de aprendizaje de cualquier persona, a veces enfrentaremos obstáculos y fracasos".

Para lograr la autoestima, abundó Carla Aguilar, las mujeres deben evitar compararse con otras personas, ya que esto sólo provoca un sentimiento de inferioridad por no cumplir con las expectativas de los demás: "Es preciso que se percaten que su función en la sociedad es trascendental; no tienen que ir probando a los demás cuán valiosas son en este mundo".

La ponente detalló los cinco tipos de síndrome de la impostora: la perfeccionista (se exige metas inalcanzables, y al no lograrlas, se frustra o se impone objetivos más altos); la experta (piensa no estar preparada o carecer de experiencia para ocupar alguna posición laboral); la independiente (trabaja sola porque considera la ayuda signo de debilidad); la superdotada (se presiona a triunfar a la primera, de lo contrario, se siente avergonzada, ineficaz y lenta), y la superwoman (mide sus capacidades de acuerdo al número de funciones que realiza de manera perfecta).

Carla Aguilar concluyó que para destacar en algo lo fundamental es que nos guste y apasione: "Y no por ser parte de esos estereotipos sociales, no porque tengan miedo a que su pareja las deje al no cumplir sus expectativas, no porque la familia las juzgue por no estar ahí, pues ustedes también necesitan su tiempo y espacio, o no porque sus amigas exijan ciertas actividades para condicionar esa relación".

En su turno, Paulina Martínez se refirió a las mujeres STEM (vinculadas a las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) con síndrome de la impostora: a pesar de que construyen sus habilidades y conocimientos a lo largo de su vida, ven y sienten que no pertenecen al entorno en el que se desenvuelven; dudan si eligieron sus profesiones por decisión propia o por demostrar a alguien su inteligencia y capacidad. "Las mujeres exitosas afectadas por este síndrome tienden a pensar que sus triunfos son resultado de la casualidad o que se los arrebataron a alguien y, a diferencia de los hombres que le atribuyen el fracaso al entorno, ellas creen que es su culpa".

Señaló diversas consecuencias del síndrome de la impostora: en lo personal, las mujeres manifiestan un comportamiento autodestructivo, viven en un círculo vicioso y se desprecian, ya que no relacionan su imagen con el éxito y consideran sus logros insuficientes. En lo laboral, renuncian a puestos de liderazgo al sentir que todos observarán sus errores, se hacen adictas al trabajo y se esfuerzan el doble ('si me van a correr, por lo menos que vean que le echo ganas'), o provocan el fracaso temido, haciendo las cosas mal o retrasándolas, y evitan postularse para nuevos proyectos. "Las repercusiones psicológicas son sentimientos de soledad y fraudulencia, creen que engañan a los demás con sus habilidades e inteligencias y desencadenan un comportamiento disfuncional: se contradicen o se muestran inseguras", detalló.

Salidas al síndrome de la impostora La conferencista planteó que, para salir del síndrome, las mujeres deben dejar su estado de confort reconociendo sus sentimientos de "impostora": haciendo una lista de sus fortalezas, registrando sus logros para recordarse que sus éxitos son auténticos. Además, deben enfrentar los problemas al momento (no postergarlos) y directamente, rodearse de personas cariñosas y modelos que las inspiren, e investigar más sobre el tema: "Todas debemos hacernos responsables de nuestro éxito, es imperioso estar conscientes de que somos capaces y suficientes", finalizó.

Para mayor información sobre las actividades que realiza Netwomen MX, accede a sus redes sociales: https://instagram.com/netwomen.mx?utm_medium=copy_link, https://www.facebook.com/netwomen.mex/ y https://mobile.twitter.com/netwomenm