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Vida Académica
2022-03-10
Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz
La doctora Magdalena Trujillo Barragán fue la galardonada de la Facultad de Ingeniería en la edición de 2022
Por: Elizabeth Avilés Alguera
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
Comunicafi
Doctora Magdalena Trujillo Barragán

En el marco del Día Internacional de la Mujer y con el propósito de destacar el esfuerzo y dedicación en la labor docente, de investigación y de difusión cultural, el pasado 8 de marzo la UNAM otorgó el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz a 79 universitarias, en una ceremonia presidida por el rector Enrique Graue Wiechers.

La condecorada de la Facultad de Ingeniería fue la doctora Magdalena Trujillo Barragán, para quien este reconocimiento y medalla simbolizan su historia de lucha y dedicación. Con esa personalidad jovial que la caracteriza, nos comparte en entrevista sus vivencias personales y aspectos de su trayectoria profesional que la han determinado como una mujer exitosa.

Las máquinas, su primer amor

Atraída por su temprano gusto y fascinación hacia las máquinas de vapor, el movimiento y el funcionamiento de los engranajes, la joven Magdalena Trujillo decidió estudiar Ingeniería Mecánico-Electricista en la Facultad de Ingeniería de la UNAM; eran tiempos de una comunidad estudiantil en la que predominaban los hombres, las mujeres se contaban con los dedos de las manos.

Siempre con espíritu feminista, ella quería demostrar que las mujeres podían estudiar la carrera que desearan, sin importar que fuera dominada por hombres, así que cuando llegó el momento de elegir su opción terminal al concluir el bachillerato no dudó en seguir su pasión e inclinarse hacia la Ingeniería Mecánica.

Al finalizar la carrera, entró a trabajar a una empresa que elaboraba anillos de compresión de plástico, primero en la parte de diseño, luego como supervisora de producción y, finalmente, en el área de cotización.

Siendo ya ayudante de profesor, se tituló y, motivada por la maestra Sara Serrut, concursó por una plaza de docencia en la FI. En marzo de 1988 empezó a dar clases como profesora de tiempo completo y descubrió que compartir sus conocimientos con las nuevas generaciones era una satisfacción enorme. Hoy, ya con 34 años en la docencia, el rostro de Magdalena se ilumina al recordar el reconocimiento que sus alumnos también le han hecho en todos estos años.

Inició su maestría en Ingeniería Mecánica, área de diseño y manufactura, con el doctor Marcelo López Parra. Durante su posgrado tuvo la oportunidad de hacer dos estancias en el extranjero por seis meses. La primera en la Universidad de Gante (Bélgica, 1995), y la segunda en la Universidad de Loughborough (Inglaterra, 1998) ya como madre de dos hijas: Érika y Diana.

"Vivir en otro país es una experiencia maravillosa, nos permite ver el mundo de manera diferente y nos abre oportunidades. Por eso siempre animo a mis alumnos a que se vayan de intercambio académico", manifiesta sonriente.

La superación permanente como valor de la academia la impulsó a seguir un nuevo posgrado; fue la primera mujer en obtener un doctorado en manufactura en la UNAM, hecho que reforzó su seguridad y le recordó que los límites no existen. "El reto de una mujer es consigo misma, no necesita demostrar a los demás que puede hacer las cosas de manera independiente", expresa.

Años más tarde, en 2016, recordaría estas palabras al ser la primera mujer — y única a la fecha— en ocupar la presidencia de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Mecánica (SOMIM), en la cual había fungido como vocal de difusión (2004-2006), secretaria (2008-2012) y vicepresidenta del área de Materiales y Manufactura (2012-2014). Actualmente forma parte de la Junta de Honor.

La industria del plástico: docencia e investigación

Si bien al principio de su carrera docente el área de interés eran los metales -tanto así que de 1990 a 2006 fue encargada del Laboratorio de Metalografía y Pruebas Mecánicas- la doctora Magdalena Trujillo se ha dedicado de manera plena a la manufactura de plásticos. El área llamó su atención cuando, en 1997, participó en un proyecto PAPIME que, entre los logros, recibió recursos para adquirir una máquina de inyección de plásticos en beneficio de la Facultad de Ingeniería.

En 1995 encabezó la iniciativa de crear el Laboratorio de Procesamiento de Plásticos, un espacio de aprendizaje, investigación y diseño en la Unidad de Alta Tecnología de Juriquilla, Querétaro, actualmente a su cargo.

En 2006 fue directora de Vinculaciones para la Industria de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC); durante su gestión se dio a la búsqueda de escuelas interesadas en incorporar a los planes de estudios la materia Manufactura del plástico desde el plano de la ingeniería y no de la química. Su esfuerzo se vio recompensado, ya que la Universidad Autónoma del Estado de México, le solicitó diseñar el temario de la Licenciatura en Ingeniería de Plásticos.

Con su vasta experiencia profesional en la industria del plástico, la doctora rechaza tajantemente la satanización que se la ha dado al material. "Es un elemento que está presente en todo y que ha simplificado muchas actividades, desde el campo de la medicina hasta la vida cotidiana y en lo que vestimos", defiende.

Consciente del cuidado al medio ambiente, considera que el tema de los plásticos debe orientarse a su desecho correcto y una regulación en la que trabajen conjuntamente industria y sociedad. "Si bien los plásticos se han modificado a través del tiempo y ha habido una evolución hacia los compostables, no todos los tipos de plástico se pueden reciclar". Por ejemplo, explica, en México solo se pueden controlar tres tipos: PET, polipropileno y polietileno de alta densidad. El resto no son reciclables y requieren de otro tipo de atención.

Al respecto, la doctora celebra el interés de entidades gubernamentales, como la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (Sectei), la cual convocó a las personas de la industria del plástico con el fin de trabajar en la regulación, pero dada la dificultad de abordar un tema tan complejo en reuniones virtuales durante la pandemia, se pausó.

Ingeniería interdisciplinaria

El Laboratorio de Procesamiento de Plásticos en Juriquilla ha abierto las puertas a diversas empresas multinacionales y con ello oportunidades laborales a egresados de la FI. Asimismo, ha posibilitado el trabajo conjunto de la Ingeniería Mecánica con otras disciplinas.

Uno de los proyectos PAPIIT en el que la doctora Magdalena se encuentra trabajando actualmente es el diseño de estructuras ligeras a base de bambús y velarias (normalmente de PVC), para hacerlas biodegradables a base de yute con polímero.

La presentación del proyecto, el cual lleva ya 10 años, se estima para este 2022; es uno de los tantos trabajos interdisciplinarios, con la participación de arquitectos, en los que la Ingeniería Mecánica, y en especial la manufactura de plásticos, puede abrirse camino, sobre todo cuando las áreas aún no están bien definidas a nivel nacional, refiere.

Las mujeres en la Ingeniería

Cuando se le pregunta a Magdalena Trujillo sobre su etapa como estudiante, rememora los tropiezos y dificultades por los que atravesó por haberse formado en una carrera dominada por hombres, incluso ya siendo profesional y docente. Y si un consejo da a las nuevas generaciones de mujeres ingenieras es que exijan ser dignificadas y que jamás duden de su capacidad para desempeñarse con excelencia.

Se concibe recuerda como una persona que siempre alzó la voz ante las injusticias, sin miedo a manifestar sus opiniones; por ello, ser una de las universitarias condecoradas este año con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz la hace sentir plena, feliz y convencida de que lo que hace está bien.

Con esa confianza en sí misma y siempre con el gusto por superarse, hace un par de años decidió tomar clases de coreano, pasión que hizo extensiva a la cultura de ese país y al k-pop; en 2016 visitó Corea por primera vez y planea regresar. Además, su vínculo profesional con los arquitectos le despertó la afición por la decoración de interiores. Anteriormente, tras concluir su maestría, incursionó en el atletismo de fondo con tal dedicación que logró magníficos tiempos en diversos maratones.

Docente, investigadora, hija, madre, luchadora social, atleta, amante de la cultura coreana, siempre con un deseo incesante de aprender y seguir explorándose. Así es Magdalena Trujillo Barragán, premio Sor Juana Inés de la Cruz 2022. "Me encanta mi profesión y disfruto mi vida personal", finaliza con una gran sonrisa.