Alejandra Landa Becerril, estudiante de Ingeniería en Sistemas Biomédicos de la Facultad de Ingeniería (FI-UNAM), desarrolló el proyecto Tablero de control para la dirección Médica del Hospital General Dr. Manuel Gea González, cuyo objetivo es coadyuvar en la toma de decisiones y el cumplimiento de metas.

Se trata de una herramienta que utiliza los indicadores que se generan para la Matriz de Indicadores para Resultados (MIR), los cuales permiten determinar el estado operativo del hospital y reportarlo a la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE) para obtener presupuesto. "En el programa de Atención a la Salud son 14 métricas que abarcan porcentajes de eficiencia, efectividad y calidad en los servicios de consulta externa, hospitalización, atención ambulatoria, urgencias y control de infecciones", detalló Alejandra.

Su proyecto, agregó, surgió de la necesidad de tener un intercambio de información correcto entre los niveles estratégico (directores que establecen objetivos y líneas maestras para alcanzarlos) y táctico (subdirectores que planifican y atienden detalles). "Anteriormente, un gran número de personas alimentaba los 14 indicadores sin una supervisión adecuada de la dirección médica. Lo ideal es que administrativos y médicos informen el estado de su área a sus jefes, ellos al subdirector y éste al director; un flujo que no sucedía", aseguró Alejandra.

Por ello, tras identificar las fuentes de información más confiables, la estudiante de la FI desarrolló el tablero de control para que los subdirectores (nivel táctico) se involucraran con los datos que generan sus departamentos y garanticen su actualización con números fidedignos.

La doctora Irma Jiménez Escobar, jefa de Consulta Externa del Hospital Gea González, explicó que el cumplimiento de metas se reporta trimestralmente a la CCINSHAE. Por eso, si el tablero de control está al día y emite reportes mensuales, es posible corregir el rumbo y tomar decisiones si hay variaciones en los indicadores. "Existen factores externos que impiden alcanzar los objetivos, como la pandemia, un equipo descompuesto o si faltó un médico. También podemos modificar algo si se planteó con base en una situación que ha cambiado. Lo importante es monitorear continuamente, interpretar los datos y explicar qué está fallando si no se están alcanzando los resultados propuestos", aseveró.

Otro aspecto importante de esta herramienta es la semaforización de la información: verde (95-105 por ciento), naranja (90-95 y 105-110) y rojo (menor a 90 y mayor a 110). Al respecto, la ingeniera biomédica Edna Rangel Rangel, titular del Centro de Innovación Médico Aplicada (CIMA) del Hospital Gea González y asesora del proyecto de Alejandra, señaló que tener la mayoría de los indicadores en verde habla de una buena planeación y ejecución de las acciones que están en la matriz.

La doctora Zaida Alarcón Bernal, profesora del departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos y asesora externa de Alejandra, indicó que este proyecto es resultado de los convenios entre la FI e instituciones de salud, donde los alumnos cursan la asignatura Estancia durante un semestre para aplicar los conocimientos adquiridos.

"Alejandra está en Logística Hospitalaria, área muy importante en la mejora continua del funcionamiento de las organizaciones, y los indicadores permiten resolver las preguntas ¿qué estamos haciendo?, ¿qué vamos a hacer después?, ¿estamos mejorando, empeorando o nos estabilizamos?", explicó. Los tableros de control, abundó, se utilizan en muchas industrias, pero muy poco en instituciones de salud. "Alejandra utilizó la MIR para que los tomadores de decisiones visualicen la información, sin embargo, los tableros se pueden ocupar para ver cómo evolucionan los pacientes, el comportamiento de enfermedades e identificar los casos más graves, etc. Por ello, considero que es una gran aportación".

El proyecto de Alejandra, que inició en su servicio social y desarrolló en seis meses, así como su excelente desempeño fueron reconocidos por la Dirección Técnica del Hospital, invitándola a colaborar en el CIMA como parte de la plantilla del personal: "Ante el enorme impacto del tablero, la doctora Jiménez nos apoyó bastante para obtener una plaza, la cual abre la puerta a la contratación de alumnos que se desarrollen exitosamente, impulsando su carrera profesional", celebró la ingeniera Rangel. La titular de Consulta Externa coincidió en que Alejandra sentó las bases para que otros estudiantes de prácticas profesionales y servicio social den continuidad a sus proyectos.

Los hospitales requieren ingenieros

Alejandra Landa externó su satisfacción por los resultados obtenidos y por el reconocimiento de la Dirección Médica del hospital, ya que es un aliciente para estudiar una maestría y aumentar sus conocimientos. En este sentido, invitó a las nuevas generaciones de ingenieras e ingenieros biomédicos a proponer soluciones, particularmente en logística. "Esto es algo nuevo, apenas nos estamos dando a conocer y, sin duda, gracias a los conocimientos adquiridos en la FI, podemos ayudar a los hospitales para que ofrezcan un mejor servicio", finalizó.

Actualmente, Alejandra se encuentra en proceso de titulación con una tesis acerca del tablero de control y participa activamente en otros proyectos innovadores del CIMA del Hospital General Dr. Manuel Gea González.