Como parte de su formación profesional, el equipo Miztli-Sat de la Asociación Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería (AAFI) participa activamente en la CanSat Competition 2022, organizada por la Sociedad Astronáutica Estadounidense, que inició en octubre de 2021 y finalizará el 10 de junio de 2022 con el lanzamiento de los minisatélites en el Virginia Polytechnic Institute and State University, mejor conocido como Virginia Tech.
Además del representativo de la FI, participan equipos de la Universidad Autónoma de Querétaro, campus Juriquilla, y del Instituto Politécnico Nacional: la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (Unidad Ticomán) y el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (Unidad Michoacán).
El equipo de la FI está integrado por Brandon Meza Martínez (8º semestre de Mecatrónica), Team Leader Electronic Design; Sofia Quevedo Argueta (8º de Relaciones Internacionales), Sponsors and Marketing; Isac Valencia Medina (7 º de Telecomunicaciones), Communication System; Andrés Daniel Flores Ferro, Soltware System; Joseline Ávila Martínez, Mechanical Design; Marco Antonio García Rodríguez (10º de Mecatrónica), Descemt Control Design; Efrén Delgado Miranda y Daniel Jahir Sánchez Salas, y el ingeniero Neftalí Elorza López, Academic Advisor.
En entrevista, Brandon Meza expresó que CanSat Competition 2022, les ha permitido desarrollar sus capacidades, habilidades y conocimientos desde una perspectiva tanto académica como profesional, mediante el diseño, construcción y vuelo de un aparato que simula el ciclo de vida de un sistema aeroespacial, la misión, y sus requerimientos básicos de telemetría, comunicaciones y operaciones autónomas. Cada equipo recibe una puntuación a lo largo de la contienda, se evalúan el cumplimiento del calendario, las presentaciones, la revisión de diseño y el vuelo de demostración. "Como la competencia dura varios meses, se tienen que entregar diversos reportes: propuesta de diseño preliminar, estudio específico y plan de pruebas", señaló.
La competición consta de cinco fases: la primera es la solicitud y pago de inscripción (200 dólares); la segunda, denominada diseño preliminar, consiste en desarrollar diseños y prototipos, probar conceptos y generar un paquete de diapositivas del diseño preliminar (sólo son seleccionados 48 equipos); en la tercera y en la que actualmente se encuentra Miztli-Sat, diseño crítico, el equipo concluye la etapa de diseño y solicita los componentes para fabricar las piezas, ejecuta las pruebas a los subsistemas, inicia el desarrollo de la unidad de vuelo y presenta a los jueces su proyecto en una teleconferencia, explicaron, los integrantes.
El capitán del Electronic Design comentó que Miztli-Sat, hoy en día, se encuentra entre los primeros 40 lugares a nivel mundial: han pasado la primera selección de la competencia (de 90 equipos se redujo a tan sólo 45), han realizado la presentación el 19 de abril y ahora están en espera de los resultados para continuar con las siguientes fases.
La cuarta, el lanzamiento, consta de varias pruebas en un fin de semana: el viernes, el equipo presenta su prototipo completo (ensamblado y operativo) para examinar su capacidad de pasar la prueba de caída, así como las verificaciones de ajustes y de la batería para poder volar. El sábado (día de lanzamiento), el equipo cumple los preparativos finales y entrega el dispositivo para su colocación en el cohete y ser lanzado.
La quinta y última fase, la revisión posterior al vuelo, contempla una presentación de 15 minutos de los resultados del vuelo y 5 para una sesión de preguntas. Finalmente, los premios se entregarán al final de la publicación de las reseñas de vuelo.
Marco García destacó que Miztli-Sat es el único representante de la FI en la competencia 2022 y que han estado en ediciones anteriores: "Somos un equipo con experiencia, ya que hemos participado desde 2018, nuestros mejores resultados fueron en 2021 cuando logramos un tercer lugar a nivel nacional y el 15º mundial".
Explicó que la misión consiste en diseñar un Cansat, dispositivo formado por un contenedor y una carga útil, unida a éste mediante una correa de 10 metros de largo, para lanzarse en un cohete hasta 700 metros y que deberá desplegarse cerca de la altitud máxima.Por su parte, Isac Valencia detalló el descenso: "Será a una velocidad de 15 metros por segundo utilizando un paracaídas. Luego, a los 400 metros, abrirá otro más grande para reducirla a 5 metros por segundo; cerca de los 300 metros, el dispositivo soltará una carga útil atada a una distancia de 10 metros".
En su turno, Andrés Flores precisó que la carga útil siempre debe mantener su orientación y contar con una cámara de video apuntando en dirección sur a 45 grados hacia abajo para asegurarse de grabar su descenso (al terminar la prueba y recuperar el aparato entregarán todos los videos).
Sofía Quevedo celebró ser parte de Miztli-Sat: "Es una aventura muy interesante y enriquecedora para mi formación, puesto que puedo entender y comprender cómo estos proyectos enfocados a cuestiones de ingeniería y científicos tienen una repercusión en el ámbito social. Además, me ha ayudado mucho en mis clases, sobre todo lo referente a cooperación internacional con respecto a las legislaciones actuales y los convenios internacionales, y cómo se conforman estos proyectos en el ámbito mundial".
Experiencias formativas
Para Isac Valencia ha sido una vivencia emocionante: "al ser integrante de un proyecto realmente multidisciplinario y ver cómo se va enriqueciendo con los aportes de diversas visiones, opiniones, ideas, áreas del conocimiento y puntos de vista"; mientras que para Brandon Meza, una manera de robustecer su formación, a través de la práctica de los conocimientos aprendidos, aterrizándolos en un proyecto concreto: "Saber qué partes lo componen, qué hacer, qué no hacer, qué decisiones tomar, cómo cumplir con un plan de trabajo optimizando algunos procesos y cómo financiarlo".
En contraste, según Marco García ha aprendido cómo trabajar bajo presión y de forma autodidacta conceptos ingenieriles no vistos en el aula, ha mejorado su comprensión lectora en inglés y desarrollado sus habilidades blandas: trabajo multidisciplinario, comunicación oral y escrita, colaboración, resolución de conflictos y problemas, creatividad, flexibilidad, innovación, gestión del tiempo y ética.
Andrés Flores dijo que, tras sus colaboraciones anteriores en distintas áreas del proyecto, se siente muy satisfecho con los logros: "Haber participado en estas competencias, me ha hecho comprender cómo enfrentar nuevos proyectos para llevarlos a buen puerto, saber que están conformados por varias fases y que, gracias al trabajo colaborativo y coordinado, puedes alcanzar los objetivos".
Sobre el financiamiento del proyecto, el equipo contó con la ayuda de su Academic Advisor para realizar la rifa de una Silla Gamer en sus redes sociales, sin embargo, resultó insuficiente para las múltiples necesidades; por ello, actualmente están organizando un torneo presencial de videojuegos en la Facultad. "Con este evento pretendemos conseguir recursos económicos para nuestro proyecto y viaje a Estados Unidos", informaron.
Por último, recalcaron su disposición y apertura a asociarse con patrocinadores de distintas áreas que estén interesados en apoyarlos, dado que cuentan con una gran comunidad en sus redes sociales, lo cual significaría un beneficio mutuo, e invitaron a la comunidad a integrarse a la sociedad y al equipo. Mayores informes mediante correo de contacto miztlisat.aafi@gmail.com o en Facebook (@MiztliSatAAFI), Instagram (@miztlisat_aafi) o Twitter (@miztlisat).
