En el marco de la décimo octava Feria de Agrupaciones Estudiantiles, que se llevó a cabo del 3 al 5 de mayo, los capítulos estudiantiles del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas de las facultades de Ingeniería (IMEF-FI) y de Economía (IMEF-FE) organizaron la conferencia Desigualdad Económica con Perspectiva de Género, a cargo de la maestra Nadiezhda Escatel Luna, académica de la FE.
Tras agradecer la oportunidad de abordar esta temática, la ponente partió de la diferencia histórica entre el rol de las mujeres y el de los hombres, en lo económico, social, político y cultural. "Sin importar en dónde estén, las mujeres han sido sometidas y excluidas de derechos fundamentales que, de acuerdo con la visión del poder político, pudieran afectar su vocación de ser esposas y madres".
Según datos del INMUJERES, de CONEVAL y del INEGI, en aspectos como educación, seguridad social, labores domésticas, nivel de ingreso y trabajo remunerado, las mujeres están en desventaja. "Por ejemplo, ¿qué es lo que influye para acceder a un crédito financiero? El ingreso, y si éste es diferenciado entre hombres y mujeres, a ellas les será más complicado obtenerlo", explicó.
Además, subrayó que diversas ocupaciones del sector informal, como costurera, recepcionista o exhibidoras de mostrador, no tienen seguridad social ni acceso a la salud. "También se da la situación de que los mismos empleadores solicitan hombres para trabajar en ciertos puestos porque creen que tienen mejores capacidades. Eso propicia la diferencia en la oferta"
En cuanto a las labores domésticas, la especialista detalló que las mujeres comienzan a hacerlas desde una edad muy temprana. "Es común que quien solicite su primer empleo mencione que no tiene experiencia. Sin embargo, una gran parte de ellas han sido trabajadoras del hogar, pero sin pago alguno. Por ello, debemos exigir su remuneración y reconocimiento por parte del Estado". Aunado a esto, recordó que las mujeres hacen una doble jornada.
La maestra Escatel enfatizó en la necesidad de hacer ciudad, que no es otra cosa que un activismo social de las mujeres "Me ha tocado ver en distintas partes de la Ciudad de México y el Estado de México donde las mujeres son las que salen a pedir la pipa, las que reclaman la existencia del drenaje profundo, las que participan en comités en las colonias y están al pendiente de los programas sociales, como becas o mejoramiento barrial, es decir, al tanto de lo que hace falta y de las necesidades comunales. En la medida que nos involucremos más, vamos a empoderarnos y a coadyuvar en romper la brecha de la desigualdad", afirmó.
Opinó que el riesgo de estar en las calles para las y los jóvenes se reduce mientras haya más mujeres en el espacio público. "Eso también impacta en el valor de ese lugar, pues si hay más seguridad aumenta el transporte, los espacios de recreación y de educación. Se trata de algo multifactorial, por ello, hay que hacer ciudad para influir en la obtención de otros derechos fundamentales y que los espacios sean más inclusivos", sentenció.
Invitó a la comunidad universitaria a revisar información estadística con perspectiva de género para fomentar estrategias y acciones que contribuyan a la igualdad de oportunidades en la vida cotidiana, y a difundir y reflexionar en torno a estas problemáticas, independientemente de su profesión o posición laboral.
