El pasado 1 de junio, Fundación UNAM y Grupo Rotoplas entregaron, en una ceremonia virtual, el Premio Rotoplas-FUNAM a los mejores trabajos de tesis -categorías licenciatura, maestría y doctorado- orientados a las buenas prácticas en el tratamiento de aguas residuales, observancia y cumplimiento de la normatividad, reúso y planeación y políticas públicas.

El acto fue presidido por el doctor Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM; el licenciado Dionisio Meade y la licenciada Araceli Rodríguez González, presidente del Consejo Directivo y directora ejecutiva de Fundación UNAM; así como por los funcionarios de Grupo Rotoplas Carlos Rojas Mota Velasco (presidente del Consejo) y José Luis Mantecón (vicepresidente de Sustentabilidad y Capital Humano).

Al enfatizar que, de acuerdo con la ONU, una de cada tres personas no tiene acceso al agua potable y dos de cada cinco no disponen de una instalación básica necesaria para lavarse las manos adecuadamente, el doctor Graue destacó la importancia de esta iniciativa. "La dimensión del problema es tal que, en el futuro inmediato, demandará todos los talentos, capacidades y esfuerzos para solucionarlo".

Por su parte, el licenciado Meade celebró la vinculación entre la academia y el mercado, pues "genera frutos formidables, incentiva el conocimiento y se abren nuevas avenidas para el futuro de la ciencia". Comentó que, en el marco de la nueva realidad que se ha instaurado después de la pandemia, hay lecciones que llegaron para quedarse: el reconocimiento a los científicos, el estímulo a la investigación y al desarrollo tecnológico, y el cuidado de nuestro planeta, aspectos presentes en la convocatoria.

En su intervención, el licenciado Rojas señaló que Grupo Rotoplas continuará impulsando estos proyectos innovadores para que aumente el número de personas beneficiadas y tengan acceso a más y mejor agua. También felicitó a los galardonados y se congratuló por tener la oportunidad de trabajar de manera estrecha con FUNAM.

A nombre de los premiados, Saraí Rodríguez, tercer lugar en licenciatura, agradeció el esfuerzo y el tiempo empeñado por las instituciones para que se llevara a cabo esta convocatoria y afirmó que cada una de las investigaciones realizadas son una respuesta a los retos que enfrenta el país y el mundo.

Siempre habrá la posibilidad de mejorar en los temas que conciernen al agua, aseguró Wolfgang Reséndiz Martínez tras obtener el primer lugar del Premio Rotoplas-FUNAM, con la tesis de licenciatura "Diseño y construcción de un dispositivo inteligente para la separación de primeras lluvias con fines de aprovechamiento en casa-habitación", dirigida por el maestro Cristian Emmanuel González Reyes, profesor de la Facultad de Ingeniería.

En entrevista, el académico de la FI externó su preocupación por el día cero, que sucederá cuando los recursos hídricos de los centros urbanos sean insuficientes para satisfacer las necesidades de su población. "Si no hacemos algo al respecto, podría ser en 2030", sentenció.

Una de las posibles soluciones es el agua de lluvia, siempre y cuando se solventen las áreas de oportunidad que tiene la captación: "Los equipos que hay en el mercado son básicos y sólo ofrecen una solución temporal", dijo el maestro González. Por ello, surgió la idea de planear, diseñar y construir un dispositivo que tuviera la capacidad de gestionar eficientemente el agua pluvial, con la intención de aplicarlo al proyecto VIS-CASA UNAM, una colaboración entre las carreras de Ingeniería, Arquitectura, Química y Diseño Industrial para crear una vivienda industrializable y sostenible que coadyuve en la disminución del impacto ambiental con base en nuevas tecnologías.

Wolfgang Reséndiz explicó que el aprovechamiento consta de tres partes: la superficie de captación o techo de una vivienda, el método de distribución y el almacenamiento. "Cuando empieza a llover, el agua acumula suciedad (sedimentos, hojas, contaminación y otros materiales del techo); luego el sistema de desviación separa y desecha esta agua sucia para que no se junte con la limpia". El inconveniente, precisó, es que los mecanismos actuales se basan en un volumen constante, sin considerar las variaciones en la intensidad de una tormenta ni las superficies de captación, provocando que se deseche agua limpia o se almacene suciedad de las primeras lluvias, con la posibilidad de desencadenar un riesgo sanitario.

Por ello, el dispositivo que desarrolló, llamado DISPLU, se enfoca en medir la turbidez, el PH y los sólidos suspendidos en el agua para garantizar la correcta separación de residuos. "Al dedicarnos en estos tres parámetros, podemos afrontar la intensidad de lluvia, sin importar el tamaño de la superficie de captación, y delegar al microcontrolador la eliminación de agua contaminada de ese volumen de lluvia en función de su calidad, para que siempre almacene agua limpia", dijo Wolfgang.

Cabe señalar que la separación de las primeras lluvias que hace DISPLU, de acuerdo con los resultados de las pruebas con VIS-CASA UNAM, tiene características cercanas a la Norma Oficial Mexicana 127 para la calidad del agua, "por lo que, si se complementa con un sistema de desinfección o filtros, puede ser potable, explicó el profesor.

Para Wolfgang, el haber obtenido este reconocimiento confirma que hicieron un buen trabajo, innovador y progresista. "Espero de todo corazón que esta iniciativa sirva para motivar a compañeras y compañeros de nuevas generaciones y optimicen este desarrollo". Asimismo, agradeció la mentoría de sus profesores, especialmente la del maestro González, quien lo acompañó durante todo el proceso.

Por su parte, el profesor González Reyes destacó que las grandes soluciones provienen de la suma de esfuerzos entre dos o más áreas del conocimiento. "Veo que hay un sinfín de cosas que no hemos resuelto y que, trabajando en equipo, lo podemos hacer". También enfatizó la importancia de difundir estas investigaciones para que se repliquen y mejoren, "poniendo cada quien un granito de arena para mitigar, alejar o inclusive disolver el día cero, en beneficio de la sociedad".