El equipo del proyecto Impacto y valoración integral de la dotación de infraestructuras carreteras en el bienestar de la población de la región sur-sureste de la República Mexicana (fidecomiso Conacyt Ciencia Básica), pudo realizar, tras el largo estancamiento por la pandemia, su primera visita de campo, el pasado mes de junio, y con ello dar un gran paso hacia el cumplimiento de sus objetivos y de su deseo de contribuir al mejoramiento del país.
Por parte de la División de Ingenierías Civil y Geomática de la Facultad de Ingeniería, UNAM, participan la doctora Ana Carrera Aguilar (Departamento de Ingeniería de Sistemas, Planeación y Transporte), responsable técnica; el maestro Rodrigo Sepúlveda Hirose (Departamento de Ingeniería Sanitaria y Ambiental) y el doctor Mauro Niño Lázaro (Departamento de Estructuras). Forman parte también Fabiola Miranda, antropóloga e investigadora del Grupo de Ecología y Manejo de Recursos de la Universidad Católica del Norte de Coquimbo, Chile; el maestro Francisco Granados Villafuerte, del Instituto de Ingeniería, UNAM, y el doctor Arturo Robles Valencia, economista de la Universidad de Sonora.
El equipo obtuvo resultados preliminares durante una estancia reciente en Veracruz y Tabasco, con la ayuda de estudiantes (servicio social, tesistas y de las asignaturas que imparten), quienes realizaron encuestas e indagaron en aspectos de corte socioeconómico y técnico (transporte, ingeniería sanitaria y ambiental, y estructuras), con la intención de hacer mediciones integrales al impacto que representan las vías terrestres sobre el bienestar de las personas.
El propósito de este trabajo es impulsar un replanteamiento en las políticas carreteras para asegurar que concreten el desarrollo económico y social del territorio y su población, lo cual requiere necesariamente de un enfoque multidisciplinar. Por ello, Fabiola Miranda resaltó la elaboración de su cuestionario, uno de los insumos principales de la investigación, pues hubo de pasar por un proceso itinerante para garantizar su funcionamiento pertinente.
En cuanto a la participación intensa de jóvenes universitarios, destacaron que esta salida les permitió sensibilizarse al experimentar de primera mano la labor práctica de la ingeniería dirigida a la resolución profunda de problemas y descubrir su responsabilidad profesional. "La particularidad de este proyecto es que incorpora muchas áreas que normalmente se trabajan por separado, como la socioambiental, y además las reúne en un solo instrumento", puntualizó el maestro Sepúlveda. De este modo, permite responder qué ocurre con el medio ambiente (mancha vegetal, flujos y calidad del agua, y percepción de los habitantes, entre otros) que rodea e interacciona con la vía terrestre.
Para la toma de información se utilizaron técnicas de percepción remota, imágenes satélites y drones. Con estos vuelos se recabaron datos que permitirán al doctor Niño Lázaro y al maestro Granados modelar la topografía, caracterizar los suelos, conocer los tiempos de traslado, el aforo vehicular, la velocidad de circulación y más. También se evaluarán los riesgos debido a fenómenos naturales (para la región es primordial estudiar el deslizamiento de laderas) y se generarán índices de accesibilidad rural.
La población marginada ha sido el principal foco de atención y trabajo de la doctora Carrera desde el posgrado, y en su incorporación a la FI como joven académica ha elevado este reto a objetivos más ambiciosos, lo cual le ha implicado la expansión hacia otras aristas y reclutar otros investigadores. Dado que la propuesta se metió a concurso en 2017 y desde entonces ha transitado por un largo proceso (respuesta, aprobación, formalización, esperar a la disponibilidad de los recursos y paulatino ajuste a la nueva normalidad), la responsable técnica agradeció a sus compañeros la paciencia y el empeño puestos hasta ahora, y por creer en este proyecto.
Los desafíos no se han hecho esperar: cooperación multidisciplinaria e internacional, diferencias locales, perspectivas interculturales, pluralidad de visiones y más. No obstante, cada uno de los integrantes refirió la experiencia como provechosa y relevante: la ocasión para construir un entendimiento de la sociedad y un pensamiento en común que sirva de puente entre diferentes áreas científicas y que nutra la curiosidad de otras mentes.
Con su siguiente visita a Yucatán y Chiapas se completará el trabajo de campo, pero aún restan la depuración de los datos recabados, comentar los hallazgos del apartado técnico, juntar las variables y elaborar la metodología, todo esto para culminar con un diagnóstico y una serie de recomendaciones para que la política pública alrededor de la creación de infraestructura sea más firme y esté orientada a realmente satisfacer las carencias de las comunidades.
