El físico Omar Escamilla González, responsable en la Biblioteca del Acervo Histórico del Palacio de Minería, visitó la Facultad de Ingeniería para impartir la conferencia Del Perito al Ingeniero. Fundación y Desarrollo del Colegio de Minería (1777 - 1867), el pasado 23 de agosto en el auditorio Sotero Prieto.
Al tocar este tema, advirtió el ponente, es inevitable regresar a finales del siglo XVIII, cuando se instauraron los primeros establecimientos de enseñanza técnica, entre ellos las academias de minas, ámbito en el que la escuela de Freiberg va a ser el modelo de las que vendrán en los años subsecuentes. Aquí, los egresados adquirían una especie de triple perfil de conocimientos: los meramente prácticos sin un trasfondo científico, de matemáticas aplicadas a la resolución de problemas y de geología.
En nuestro lado del mundo, los territorios americanos, ricos en plata, fueron ampliamente explorados en la búsqueda de metales preciosos. Con ello, también se erigieron poblaciones e infraestructura, y se propició el desarrollo económico y la creación de nuevas metodologías, como la amalgamación en patio, ideada en Pachuca en 1555.
En respuesta a la necesidad local de un marco legal, de fiscalización y de profesionalización, en el Virreinato de la Nueva España se fundaron el Real Tribunal de Minería (1777) y el Real Seminario de Minería (1792), el primer colegio de este tipo en todo el continente por más de medio siglo. El plan de estudios se dividía en 4 años de teoría y 6 meses de ejercicio en sitio, y constaba de las cátedras de matemáticas, física, química y mineralogía. "Es la institución precedente en toda América con un gabinete, en impartir cálculo y en tener el libro de Antoine Lavoisier como texto", detalló el ponente para describir el pensamiento vanguardista que la caracterizó.
En ese entonces, los alumnos obtenían el título de perito facultativo de minas o beneficiador de metales, pero con la Guerra de Independencia, al abolir el estatus de colonia, se cambia el nombre de la academia y, a su vez, en 1843, los estudiantes empiezan a egresar con el grado de ingenieros. Además, se crea la carrera de agrimensor, la segunda más antigua de la FI, e inician las escuelas prácticas de minas.
Durante el Segundo Imperio Mexicano se erige en Guanajuato otra casa de formación orientada al tema, pero con el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo terminan por perderse las dos y Benito Juárez decreta la instauración de la Escuela Especial de Ingenieros, en la que se ofrecían muchas otras licenciaturas. Así se cierra una primera etapa de la historia de más de dos siglos la FI. "Son 90 años en los que a pesar de la situación convulsa de nuestro país se siguió adelante y se dio pie a descubrimientos y creaciones", concluyó Omar Escamilla.
Esta ponencia es la inicial de cuatro que conforman un ciclo conmemorativo por el 230 aniversario de la Facultad de Ingeniería. Las siguientes abordarán el Porfiriato, el México posrevolucionario y el periodo de 1959 a la fecha, te invitamos a disfrutarlas de manera presencial o vía streaming: https://youtu.be/Ax4PNEFO1ok.
