La clave para entender la relación entre literatura, redacción e ingeniería está en la necesidad de comunicar ideas en un ámbito profesional, así lo expresó la maestra Ana Yantzin Pérez Cortés en la clase magistral La Importancia de la Redacción y la Literatura Hispanoamericana Contemporánea en el Ejercicio de la Ingeniería, organizada por la División de Educación Continua y a Distancia en el marco del programa de festejos por el 230 aniversario de la Facultad de Ingeniería (FI), el pasado 24 de agosto en el auditorio Sotero Prieto.
A pesar de la percepción de que las ingenierías y las humanidades son áreas separadas, su relación es evidente porque los ingenieros tienen la necesidad de comunicar sus ideas y, para ello, requieren de las cuatro habilidades lingüísticas básicas: hablar y oír (adquiridas desde el nacimiento), leer y escribir (por instrucción escolarizada para dominarlas), explicó la ponente.
Subrayó que la literatura ayuda a expandir los horizontes de la identidad personal y colectiva, y de las posibilidades creativas de los ingenieros; así como adquirir conocimientos en redacción de géneros académicos (informes, reportes o tesis) permite que las ideas se comuniquen de manera certera y eficaz. Por ello, el plan de estudios de la FI considera que entre cada una de sus asignaturas existe una vinculación de temas, con el fin de que el alumnado tenga una formación integral en las disciplinas de su carrera y en las complementarias.
La conferencista explicó que la literatura se puede abordar mediante un estudio intrínseco (lo que dice el texto de sí mismo) y analizar las ideas que se transmiten en las obras; o extrínseco (relacionada con otras áreas del conocimiento). Así, se puede analizar la literatura con la historia (el texto como un vestigio histórico del camino que la humanidad ha dejado en la escritura), con la sociedad (ubicar diferentes momentos del devenir social, en especial, de los mexicanos), o con la identidad individual (contrastar las ideas de los textos con lo que uno es o quiere ser).
Además, se puede considerar a la ficción literaria como un acercamiento a la realidad porque se amplían las posibilidades creativas y el ingeniero expande su potencial para solucionar problemas, por ejemplo, la obra de Julio Verne que parecía irreal, detalló la profesora, pero que dio paso a creaciones tecnológicas muy comunes en la actualidad.
Para mejorar la redacción hay que diferenciar entre redacción cotidiana y la académica: la primera consiste en textos que usualmente se escriben de manera informal (mensajes, historias de diarios, etc.), mientras que la segunda se refiere a informes, reportes, listas, tesinas o tesis, en los que no sólo importan las reglas gramaticales de lengua, sino también las especificaciones de cada género textual y los conocimientos de cada disciplina. "Los textos no tienen las mismas características cuando escribes para ingeniería que cuando escribes para medicina o para economía, cada uno tiene sus particularidades de escritura".
Para finalizar, la profesora Ana Yantzin Pérez recomendó que para enriquecer la redacción es importante reflexionar sobre la lengua y detectar los errores con la ayuda de un experto, además, ejercitar la escritura, porque aprender a escribir se hace escribiendo. "No le tengan miedo a la redacción, todos cometemos errores, es mejor saber ahora en qué nos estamos equivocando con el fin de ir corrigiendo nuestra forma de escribir", exhortó.
