Facebook
Gaceta digital FI Ingenieria en Marcha
Comunicafi TVIngenieria comunicafi_unam
Vida Académica
2022-08-31
Historias de ingenieras en computación
Egresadas de la FI compartieron sus experiencias académicas y profesionales.
Por: Mario Nájera Corona
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
Comunicafi
Conferencia con auditorio lleno

En el marco de los festejos del 45 aniversario de Ingeniería en Computación, la División de Ingeniería Eléctrica llevó a cabo, el pasado 31 de agosto en el auditorio Javier Barros Sierra, la mesa redonda Las Mujeres Ingenieras en Computación en el Contexto Histórico de la Carrera, en la que participaron cuatro egresadas de distintas generaciones de la FI: Marta Cano Chávez, Karina Idalia Ramírez González, Lissette González Flores e Ilse Abril Vázquez Sánchez, y la maestra Laura Sandoval como moderadora.

La maestra Sandoval precisó la intención del encuentro: presentar las experiencias académicas y laborales, así como los retos que han enfrentado las ingenieras debido a la violencia de género. También mencionó que entre 1991 y 1993 fue el periodo que registró un mayor número de mujeres en la carrera de Ingeniería en Computación, y que correspondió al 40 por ciento del total de la matrícula.

Vida académica y profesional

Martha Cano Chávez contó que tuvo problemas para poder estudiar ingeniería porque en los años 80 todavía existía la idea que privilegiaba a los hombres para estudiar en la universidad y que limitaba a las mujeres a casarse, que su padre aceptaba. Afortunadamente, sus hermanos lo convencieron para que ella pudiera entrar a una carrera profesional: Ingeniería en Computación en la generación 1981-1985.

"Haber estudiado en la FI me abrió las puertas para mi carrera profesional, tengo muy buenos recuerdos de la facultad y de participar en actividades extracurriculares, esto definitivamente me ayudó a salir adelante", comentó la ingeniera Cano. Se considera afortunada por la oportunidad que tuvo de observar la evolución tecnológica de la computación, desde esos orígenes hasta la actualidad, ya que trabajó con la IBM 1130 y programó con tarjetas perforadas.

En su turno, Karina Ramírez González, quien estudió entre 1986 y 1990, comentó que las mujeres eran minoría en la carrera, lo que les permitió destacar y estar más determinadas en cumplir sus metas y plan de estudios, en superar sus retos y en conocer a muchas personas con las mismas aspiraciones. "Las actividades que realizábamos en la facultad nos fueron formando en el servicio, en hacer la vida más fácil a los demás, lo cual, considero, es uno de los propósitos de esta carrera", expresó.

En su turno, la ingeniera Ramírez González dijo que las mujeres tienen que confiar en sus capacidades y atreverse a avanzar en su vida profesional, para ello es necesario seguir preparándose y tener disposición a adaptarse a los cambios vertiginosos de la tecnología.

Lissette González Flores, ganadora de la medalla Gabino Barreda generación 1999-2003, relató que ella se dedicó a las asignaturas del plan de estudios, sin tomar ningún curso extracurricular, lo cual le permitió ganar el reconocimiento al mejor promedio. "Es muy padre tener un premio así, pero ya en el ámbito laboral, la medalla no te da la mejor opción. Mi recomendación es que cursen otras áreas o estudios complementarios que ayuden a su formación integral, porque cuando empiezas a trabajar te das cuenta que lo necesitas", exhortó.

Por su parte, Ilse Abril Vázquez Sánchez, de la generación 2016-2020, narró que ella decidió por Ingeniería en Computación porque en su grupo social hay muchas mujeres que han estudiado carreras de ciencia, incluida su hermana mayor. "Y ahora, así como yo tuve esas mujeres que me inspiraron, quiero serlo para las futuras generaciones de ingenieras".

Después de obtener su título en la UNAM, ganó la beca de excelencia para estudiar un posgrado en Ciencias de Datos Aplicadas en Países Bajos. "Quiero aprender más, siento que en Europa están más actualizados en tecnología, y Ciencias de Datos es un área que está de moda". En cuanto a cuestiones laborales, coincidió con las demás ingenieras en la importancia de asistir a actividades extracurriculares y seguir actualizándose con cursos o diplomados para cumplir metas.

Violencia de género hacia las mujeres

Una de las situaciones constantes en la FI en la década de los ochenta, recordó Martha Cano, era el acoso de los hombres hacia las mujeres, nunca faltaban las miradas "locas" cuando pasaban por los pasillos o en las bibliotecas, y que esta violencia de género continuó cuando estuvo embarazada, ya en su vida laboral, cuando su empleador le advirtió que no tendría más avances ni promociones. "Pero yo no he dejado de trabajar hasta la fecha, lo importante es el apoyo de sus familias. Como mujeres que estudian una ingeniería, tenemos que trabajar más fuerte y demostrar que valemos, esforzarnos el doble que los hombres, pues se tiende a minimizar nuestras labores".

Asimismo, Lissette González Flores vivió una experiencia de violencia laboral cuando la empresa en la que laboraba modificó la norma de que un matrimonio no podía estar en un mismo espacio. "A pesar de ser una decisión de pareja, se rumoraba que yo como mujer me tenía que mover porque el hombre es el jefe, el que tiene más futuro en la empresa y debe mantener a la familia, por lo tanto, la mujer a la casa. Me estaban orillando a tomar esa decisión", relató.

A Ilse Vázquez le tocó vivir otras experiencias en la FI: durante su estancia en la carrera, aunque notó una disminución en la actitud de acoso público en los pasillos, se dio otro tipo de violencia: "Siempre me sentí muy cómoda con muy compañeros, pero muchas mujeres sí fueron acosadas. Además, a mí me tocó vivir una situación incómoda con un profesor, pero pude resolverlo con la ayuda de mi tutora".

Mencionó que la violencia en México es muy difícil para las mujeres como lo demuestran las estadísticas de feminicidios y secuestros que siguen subiendo. "Eso me daba mucho miedo y me duele mucho dejar mi país por esta situación. Llevo casi un mes en el extranjero y puedo salir sola a la calle, de noche, vestida como yo quiera y me siento segura, algo que no se puede hacer en México".

La ingeniera Karina Ramírez recalcó la importancia de la sororidad en las mujeres, apoyarse entre ellas y hacerse escuchar en sus círculos laborales: "Para eso hay que estar preparadas, saber y estar certificadas en temas de actualidad; no esperemos a que los demás nos den la palabra, no esperemos a que el poder nos sea otorgado, arrebátalo, no esperes a que la idea surja de otro, tú proponla, así es como las mujeres ganamos los espacios".