Después de dos años y medio del cierre de la galería de la Biblioteca Enrique Rivero Borrel por la pandemia, el pasado 1 de septiembre reabrió sus puertas a la muestra pictórica Ingeniería, hostilidad y deseo, del maestro René Álvarez, Renopintor, la cual podremos disfrutar hasta el 7 de octubre.

A la ceremonia inaugural asistieron la ingeniera Carolina Garrido Morelos y el licenciado José René Gómez Rodríguez, jefa y secretario Académico de la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSyH), al igual que profesores y estudiantes. "Nos complace que el maestro Álvarez, ingeniero mecánico por la FI, regrese a su casa para mostrarnos, a través de su mirada y mano de pintor, una reflexión sobre su vida y su visión, desde afuera y dentro, de la ingeniería. A ustedes, estudiantes, quiero invitarlos a que exploren su lado creativo y artístico, tal como lo ha hecho nuestro invitado, y que ‘piensen fuera de la caja’ para lograr otro tipo de encuentro disciplinar", indicó la ingeniera Garrido.

En su mensaje, el maestro Álvarez hizo la analogía entre la Universidad y una madre generosa de inagotable amor para expresar que así se siente: sumamente agradecido con su alma mater por arroparlo, amarlo, formarlo con valores universales e impulsarlo constantemente al cambio, como el que vive siendo padre de familia.

"El orgullo de ser universitario se complementa con el compromiso de perfeccionar lo que hago, y transformar nuestro mundo interno y la realidad que nos rodea. Mi ofrenda es mi trabajo apasionado, y mi oferta, mi profesión de ingeniero mecánico y mis propuestas artísticas que exploran y critican estéticamente el trasfondo humano, los deseos y el espíritu. Agradezco a la FI por abrirme una vez más sus puertas y este espacio para compartir con la comunidad mi obra", expresó.

Renopintor define su obra como figurativa, pues plasma el mundo real, que es inspiración y tema. Ejemplo de ello es Ingeniería, hostilidad y deseo, exposición construida desde lainterdisciplina de su formación como ingeniero, y sus conocimientos en ética aplicada y en psicoanálisis; cada pintura está vinculada a su título, lo que permite que el espectador interprete sin mayor problema el mensaje de la obra.

"En esta exposición plasmo mi vida, mis sentimientos y dudas que tuve en mi vocación por la ingeniería, carrera a la que le debo el poder vivir como quiero y hacer lo que me gusta: pintar. La hostilidad, un tema del que no se quiere saber nada y que nos constituye como sujetos y animales en un entorno por naturaleza agresivo, la abordo con la idea de colocarla en un lugar diferente y productivo: en el arte. En tanto, los deseos, que pueden impulsarnos a realizar cosas positivas (producir, amar, ser bueno, trabajar) o negativas (odiar, destruir, destrozar), los observarán escondidos como alimañas en nuestro cuerpo, psique o árbol genealógico, en espera de que la pulsión nos encamine a querer cumplirlos, incluso, utilizando la violencia, la agresión u hostilidad".

En cuanto a la agresión, comentó, podría ser catalogada en su muestra como la peor cosa, pero su pretensión es que el espectador se dé cuenta que puede redirigirla y aplicarla a desarrollos creativos: "Como ingenieros podemos hacerlo, debemos crear por y para la cultura, y si la ingeniería no alcanza para estar plenos y ser felices, hay que hacer otras actividades".

Renopintor, nombre que surge de Reno (así lo llamaban sus amigos) y pintor, puede tener un efecto en la memoria del público, así lo considera el artista. "Es la tercera vez que expongo en la FI, mi obra tiene tendencias del expresionismo, del surrealismo, el arte en bruto, y en todas prevalecen las emociones, las historias; además, las temáticas están reguladas con mi trabajo personal de psicoanálisis, incluye símbolos que me encantan, como el coyote, el diablo, el burro y la serpiente, entre otros, con ellos busco definir mi obra y estilo, quiero que cuando vean uno de mis cuadros digan es un Renopintor".

Algunas obras de la exposición son: Coyotes sublimados, El burro sabe más que tú, Malestar en la cultura, Simón deja su burro y se convierte en uno, Cuando el coyote hallote, La fábrica del éxito, El obrero, El contrato, El infierno, Perro callejero a los pies de la cultura, El funeral, La irrupción de la histeria, Terry y los renacidos, Serpientes, Ptolomeo, Cocktail y La trampa.

Otro tema recurrente es el hombre, explicó, hace referencia a los cuestionamientos sobre qué es, qué tipo de hombre quiere ser, cómo se ha formado y ha crecido, qué valores y qué problemas tiene; asimismo, rememora a los hombres de su familia (padre, abuelo, bisabuelo, etc.), para ayudarlo a entenderse y cambiar de acuerdo con su evolución y la reorganización social en torno a la mujer, y así mejorar.

Destacó que un tema que le gusta abordar es la ingeniería clásica, por ser fundamento de muchas disciplinas, la esencia de lo artesano y lo tangible: "Me humaniza y me identifico más con esto que con una naturaleza virtual o una simulación".

Renopintor conminó a las y los estudiantes a darle lugar, entre la pesada carga de trabajo de la carrera, a sus pasatiempos, a sus pasiones y a explorar otras actividades: "Esto favorecerá su desempeño y podrán realizar de una manera más placentera su profesión, cuando se está pleno en otras aristas, hacemos las cosas con mejor calidad. Este mundo ya no es de hacer una sola cosa, es preciso diversificarnos".

Finalmente, al reflexionar sobre la pandemia, indicó que en esta etapa descubrió su resiliencia y que la noción y el deseo de sobrevivir es más poderosa que la de sucumbir. "Entendí que la obra de Freud sigue vigente: ‘entre más cerca, hay más conflictos y violencia, el desgaste del encierro conduce a ello’. La mejor manera de actuar ante estos eventos indeseables es trabajar y sublimar para estar activos y entretenidos".