Con motivo del 212 aniversario de la Independencia de México, la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DSCyH) organizó el Concierto Mexicano que ofrecieron el cuarteto de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) y el coro Ars Iovialis, el pasado 13 de septiembre en el Auditorio Barros Sierra.
El maestro Óscar Herrera, luciendo un gabán tradicional con motivos mexicanos, explicó que la música popular tiene la posibilidad de ser adaptada a conciertos para orquestas y, como en este caso, cuartetos de cuerdas. Así, las maestras María Luz del Águila (chello) y Astrid Cruz (viola), y los maestros Erick Sánchez (primer violín) y Carlos Arias (segundo violín) iniciaron con la interpretación de El puñal y el corazón, La muerte chiquita y Ojalá que llueva café, popularizadas por la banda Café Tacvba.
La fiesta siguió con el jarabe Sonoralia, de Emmanuel Arias y Luna, género de música y danza de origen árabe introducido en la Península Ibérica durante la ocupación musulmana y que llegó a México con la conquista española, donde se ha popularizado, en especial el tapatío; la Marcha Riva Palacio, del músico y médico obstetra Aniceto Ortega del Villar, y Perfume de gardenias, pieza que el director Arturo Ripstein utilizó en sus películas El lugar sin límites y La calle de la amargura, y que, además, es buena acompañante en los males de amores. El cuarteto finalizó su participación con la adaptación del baile de tambora El Sinaloense, del potosino Severiano Briseño.
A continuación, se integró la pianista Araceli Salazar para la ejecución del Intermezzo, de Manuel M. Ponce, considerado el precursor del nacionalismo musical al incluir elementos de la tradición popular; del popurrí Obertura mexicana, y del famoso Huapango, de José Pablo Moncayo, compuesto a partir de la reinterpretación de ritmos de diversas regiones del país transportados a la orquesta.
Para concluir la celebración, se sumaron al concierto los coros de las facultades de Ingeniería (Ars Iovialis), de Química y de Medicina, así como el de la Enallt para interpretar Mi ciudad, de Viola y Guadalupe Trigo, y las piezas de la Revolución La rielera, de Samuel Margarito Lozano Blancas, iniciador de los corridos mexicanos, y La Adelita, inspirada en la soldadera Adela Velarde Pérez.
La Facultad de Ingeniería, comprometida con el desarrollo integral de su comunidad, ofrece la opción de participar en su coro, cuyos ensayos se realizan en la sala de juntas de la DCSyH (planta baja del conjunto principal), y cuenta con la colaboración entusiasta de la OSM, fundada en 1978 y que lleva a cabo su temporada de verano en la Sala Nezahualcóyotl con programas que incluyen homenajes, galas y grandes solistas.
