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Cultura y deportes
2022-12-15
La importancia de cerrar ciclos
La Copadi organizó conferencia para promover el crecimiento personal y emocional del alumnado.
Por: Erick Hernández Morales
Fotografía: Antón Barbosa Castañeda
Comunicafi
Maestra Magdalena González Castillo

En el marco del Ciclo de Conferencias de Promoción de la Salud y el Autocuidado en la Facultad de Ingeniería (FI) que organiza la Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos (Copadi), la maestra Magdalena González Castillo impartió La Importancia de Cerrar Ciclos el pasado 15 de diciembre en el Auditorio Sotero Prieto.

La ponente explicó que cerrar ciclos de manera adecuada es indispensable para capitalizar nuestras experiencias con aprendizajes que nos permitan mejorar y disfrutar lo que hacemos para el crecimiento personal y emocional, el cual es tan importante como el académico y profesional.

Para ello, propuso ubicar aquellas vivencias, relaciones y situaciones que nos tocan más profundamente y detenernos a revisar si nuestras conductas ante ellas nos están llevando a buen puerto. Dijo que pocas veces ponemos atención al final o al cierre de una experiencia, excepto cuando son imprevistas o dolorosas, lo que puede resultar en sentimientos de culpa, resentimiento, frustración, dolor o confusión, así como perder la oportunidad de aprender algo sobre lo sucedido, sobre quiénes somos y en qué aspectos podemos crecer.

La maestra González explicó que las situaciones que necesitan ser cerradas pueden ser concretas, por ejemplo, aprobar una materia o terminar la carrera, o afectivas, como las relaciones con los amigos, compañeros, familiares y de pareja. Aceptar el final de una relación, agregó, puede costar trabajo, pues no nos percatamos de su transitoriedad o de que sus necesidades y expectativas cambian y, en consecuencia, pueden dejar de funcionar en diferentes momentos de la vida. Por ello, recomendó concientizarse de que vivimos en cambio constante, que todo es pasajero, pues eso nos da la oportunidad de aprovechar lo que tenemos en el momento presente, y de que enfrentar un final inesperado o no deseado genera enojo, tristeza y frustración. Enfatizó la importancia de reconocer y comunicar estos sentimientos y así evitar que se acumulen y puedan afectarnos a nosotros y a quienes nos rodean.

Destacó las tres maneras incorrectas de cerrar un ciclo: precipitarlo, ya sea para evadir el dolor, por dificultad para despedirse o porque no aprendimos a hacerlo; resistencia ante la pérdida, es decir, no admitirla, lo que implica que dejemos de movilizarnos; y centrarse únicamente en lo negativo, pensando que todo nos sale mal o que no servimos para ciertas actividades. Y subrayó la correcta: aceptar el final y aprender de la experiencia: "es lo que nos permite fortalecernos, madurar y avanzar en el crecimiento personal".

Sugirió que cuando se tiene dificultad para entender o cerrar una situación, un ejercicio muy útil es escribirla incluyendo todas nuestras conductas y sentimientos, pues nos damos cuenta de cómo procedimos, de qué hacemos cuando nos va bien y qué cuando nos va mal, e identificar los hábitos no convenientes en nuestras conductas.

En cuanto a las formas de lidiar con la pérdida y el duelo, distinguió entre aceptar y resignarse: la primera es una actitud activa que reconoce aquello que no puede modificarse, mientras que actúa en lo que sí. En cambio, la segunda es una actitud pasiva o no efectiva.

Para finalizar, recordó a las y los jóvenes que en caso de pasar por situaciones difíciles de esta índole pueden acercarse a la Copadi o a alguna de las distintas instancias de la UNAM que ofrecen atención psicológica para brindarles apoyo.