Facebook
Gaceta digital FI Ingenieria en Marcha
Comunicafi TVIngenieria comunicafi_unam
Vida Académica
2023-09-12
Al maestro con cariño
La Facultad de Ingeniería rinde homenaje a profesores emblemáticos de la División de Ciencias Básicas.
Por: María Eugenia Fernández Quintero
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
Comunicafi
Detalle del homenaje

La reciente partida del plano terrenal de los entrañables profesores de la División de Ciencias Básicas (DCB) Enrique Arenas Sánchez, Érik Castañeda de Isla Puga, Bernardo Frontana de la Cruz, Félix Núñez Orozco y Jesús Edmundo Ruiz Medina dejó una profunda tristeza a quienes tuvimos el privilegio de conocer su bonhomía y de recibir sus sonrisas afables, muy especialmente a sus estudiantes que los extrañan y que contagian gratitud y respeto a camaradas que no tuvieron la fortuna de asistir a sus clases. En el ánimo de la comunidad de la DCB, de hecho, siguen presentes con un sinfín de remembranzas de sus amigos, colegas generosos que las compartieron a toda la comunidad de la Facultad de Ingeniería, el pasado 12 de septiembre, durante el homenaje póstumo que se les rindió.

El encuentro se llevó a cabo en uno de los espacios que frecuentaban asiduamente los homenajeados, el famoso Sotero Prieto, y tuvo como invitados a familiares, amigos y estudiantes que restañaron heridas de ausencia con anécdotas, imágenes e incluso, voz de los inolvidables profesores. El director de la Facultad de Ingeniería, el doctor José Antonio Hernández Espriú, dio la bienvenida al acto y agradeció el gesto cordial del jefe de la DCB, el doctor Fernando Sánchez Rodríguez, y el de los ingenieros Jesús Patiño Ramírez, Gonzalo Guerrero Zepeda, Rodolfo Solís Ubaldo y Gabriel Jaramillo Morales que pusieron al alcance de la audiencia instantes memorables, historias y fotografías de sus compañeros maestros.

El doctor Hernández inició el homenaje destacando que los cuatro profesores de carrera y el de asignatura fueron mentores que dedicaron su vida a la educación con un impacto incalculable en sus respectivas áreas e inspiraron a generaciones de estudiantes. Enrique Arenas, un pionero en el modelado matemático; Érik Castañeda, orientador permanente en la formación de ingenieros e ingenieras con altos valores de ética profesional; Bernardo Frontana, un investigador con enorme vocación por la docencia; Félix Núñez, un ingeniero químico de profunda reflexión, razonamiento y pensamiento crítico, y Edmundo Ruiz, recordado por su calidad humana y académica. "Su legado vivirá por siempre en el corazón de la Facultad de Ingeniería y en todos aquellos a quienes enseñaron y guiaron; que su memoria, por favor, sea una inspiración para las futuras generaciones de ingenieros y educadores, y que su espíritu de innovación y excelencia siga guiando a esta hermosa División de Ciencias Básicas", expresó.

Profesor Enrique Arenas Sánchez

El ingeniero Jesús Patiño, profesor de Álgebra, Cálculo Diferencial y otras asignaturas de matemáticas, inició su intervención con los famosos versos de Antonio Machado, musicalizados por Serrat, "Caminante no hay camino..." para ilustrar la esencia edificante de los profesores fallecidos, especialmente al que consideró su hermano, Enrique Arenas, y de quien recordó sus lemas de vida: "hay un problema: hay que resolver, hacer algo" en su afán para que el alumnado aprendiera y buscara soluciones.

Nos trasladó al ambiente del siglo pasado (1973), el de la emoción del profesor Enrique Arenas por la primera calculadora con memoria que adquirió, en sustitución de la regla de cálculo, "pieza de museo", que manejó con maestría y precisión, el de la tecnología de vanguardia de esa época para correr programas con tarjetas perforadas y en el lío que se armaba cuando se desordenaban, y que su amigo-hermano resolvía, fiel a su modo, con ingenio y buen sentido del humor. Compartió el mensaje de gratitud de un alumno: "Eres una enorme memoria con duración atmosférica... tu rigurosa forma de enseñar me dio la oportunidad de no tenerle miedo a los a los retos". El ingeniero Patiño cerró comentando un video en el que aparecen los profesores César Vázquez, Francisco Castillo y Enrique Arenas, todos fallecidos y toda una explosión de dicha por volverlos a ver.

Profesor Érik Castañeda de Isla Puga

El maestro Gonzalo Guerrero, profesor de la División de Ingeniería Mecánica e Industrial y exdirector de la FI, habló del honor que significó la amistad de Érik, un personaje de tinte ibargüengoitiano, excelente ser humano, apasionado de la música y del disfrute de sus canciones favoritas Al maestro con cariño (Lulu) y Eungenio Salvador Dali (Mecano). Recordó que Rodolfo Solís y Pablo García lo presentaron con ese hombre reservado que de inmediato le obsequió un ejemplar del Boletín Matemáticas y Cultura (nota: Érik lo coordinaba, editaba y entregaba personalmente con una sonrisa de cortesía), y de inmediato conectó con su sencillez de un puma académico, pero americanista de corazón. Recordó sus pláticas en torno a la enseñanza de las matemáticas, al acordeón y los Rolling Stones, al amor a la familia, sus gatos, la UNAM y la FI (Hugo Serrano, Félix Núñez, Leda Speziale, Manuela Garín, etc.), y la anécdota sobre Sticky Fingers, el regalo especial con el que sorprendió al gran experto de sus Satánicas Majestades.

Le admiraba la facilidad de Érik para hablar de música y la soltura cómo impartía su charla La Música y las Matemáticas que coloreaba con su acordeón y su saber. Recordó el inmenso cariño de tanta gente que se volcó en respuesta a la convocatoria de donación de sangre que requería "conmovedora por lo rápida y abundante"; el optimismo por su recuperación y volver tocar, que lo llevó a concebir un arnés que lo ayudara con el peso del acordeón, y de su gusto por una de las historias rockeras de Jordi Soler, la de Jim Morrison, con la que Érik conoció la tercera teoría sobre la muerte del Rey Lagarto en París, y evocar, así, su ciudad favorita. El maestro Guerrero cerró con la frase <> de Danika Maquellar (Winnie Cooper de Los años maravillosos) y finalizó: "Érik fue verdad y su cercanía hacía que la vida se impregnará de belleza".

Profesor Bernardo Frontana de la Cruz

El ingeniero Rodolfo Solís Ubaldo, académico adscrito a la DCB, compartió momentos emotivos desde 1967 cuando conoció a Bernardo Frontana, en calidad de ayudante del profesor Antonio Abaunza, y la admiración que le causó ese joven por estar a la altura de los criterios de exigencia del titular de la asignatura, y a partir de 1977, los dos ya académicos de la DCB en la consolidación de su gran amistad compartiendo charlas, la hora del café, el club de dominó y demás actividades en las que disfrutó de su carácter sociable y animoso y fue testigo del amor que profesaba a la UNAM, los Pumas, al Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) y, sobre todo, a su familia. Habló de su destacado proceso académico en la UNAM, de becario del Instituto de Ingeniería a profesor investigador definitivo, jefe del Departamento de Instrumentación y de diversos cargos administrativos. "Le enorgullecía haber participado en la planta Laguna Verde, Veracruz; ahí me hice ingeniero, decía Bernardo".

El ingeniero Solís leyó una carta en la que la familia Frontana plasma los sentimientos hacia su padre, abuelo, esposo, amigo, destacando su capacidad para salir adelante con frases motivadoras ("hechos son amores", "evitar ser del montón"), su disfrute en las asesorías en el Cires "donde le pagan por estudiar y enseñar", su perseverancia, tenacidad, honradez y respeto por la naturaleza, entre sus muchas cualidades.

Profesor Félix Núñez Orozco

El maestro de la DCB Gabriel Alejandro Jaramillo Morales narró la estadía en la FI del ingeniero químico, amigo y colega Félix Núñez que data desde 1979 cuando ingresó como ayudante de profesor y siete años más tarde con el nombramiento de profesor de tiempo completo y coordinador del área de Termodinámica. Resaltó sus contribuciones en temas de formación disciplinar en ingeniería, pedagogía y didáctica de las ciencias enfatizando en las experimentales, con miras a mejorar el aprendizaje de su área. Compartió anécdotas, como la sugerencia que hizo de contratar a un profesor llegado de Ucrania y la que pinta su genuina forma de ser: por su practicidad vestía siempre de la misma forma, tenía en su vestuario "diez chamarras iguales que había comprado en oferta, afirmaba Félix".

Reconoció su sentido de solidaridad y conciliación ante alguna situación áspera, promoviendo el diálogo entre iguales, particularmente estudiante-profesor, su entusiasmo al dirigir un taller de ejercicios y por compartir temas culturales, artísticos y científicos, siempre muy interesantes, como la hazaña de Carlos Carsolio, el primer alpinista mexicano en conquistar las grandes cimas. Terminó agradeciendo la presencia, enseñanza y las propuestas didácticas de ese profesor inteligente, culto y bondadoso que fue Félix Núñez.

Reconocimiento a familiares y tributo musical

Los doctores José Antonio Hernández Espriú y Fernando Sánchez Rodríguez entregaron reconocimientos a los familiares y los invitaron a externar sus sentimientos. Coincidieron en agradecer a la UNAM y a la Facultad de Ingeniería por permitir a los homenajeados hacer lo que más le gustaba, enseñar, y transformar ese microuniverso que es la Universidad en su casa donde crecieron y terminaron sus carreras académicas. Todos reiteraron su orgullo por el legado de rectitud, gozo y compromiso, por la excelencia de sus trayectorias académicas confiando en que la semilla que sembraron estos profesores excepcionales permanecerá en sus alumnos y amigos.

El maestro Óscar Herrera, coordinador de coros y conciertos de la Orquesta Sinfónica de Minería, dirigió a solistas de esa agrupación y al Coro Ars Iovialis en las interpretaciones de temas solemnes y hermosos, entre éstos El canto de la huilota de Aniceto Ortega, El blanco y dulce cisne, un madrigal renacentista de Jacob Arcadelt, y Dios nunca muere de Macedonio Alcalá.

Sé que una nueva luz
habrá de alcanzar nuestra soledad
y que todo aquel que llega a morir
empieza a vivir una eternidad.