La División de Ingenierías Civil y Geomática de la Facultad de Ingeniería, el Instituto de Ingeniería-UNAM y la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica organizaron la conferencia Towards the "Ultimate Earthquake-Proof" Building: Nextgen Low-Damage Building Systems for Enhanced Community Resilience and Sustainability, que impartió el doctor Stefano Pampanin de la Universidad La Sapienza de Roma, el pasado 6 de noviembre en el Auditorio Raúl J. Marsal.
El doctor Pampanin habló sobre los avances en el desarrollo de edificios a prueba de terremotos, subrayando que es un objetivo prioritario para la ingeniería civil y la sociedad en general, ya que en la actualidad las estructuras, si bien cumplen con el mínimo de proteger vidas, están muy lejos de ser suficientes ante movimientos telúricos.
Explicó que los proyectos de edificios a prueba de terremotos son muy diferentes a los de edificios seguros o resistentes en caso de terremotos comparando con diseños de automóviles que, en un choque violento, protegen la vida del conductor, aunque el vehículo quede totalmente destruido. Del mismo modo, las estructuras actuales protegen las columnas para que no se derrumbe la edificación permitiendo su desalojo, sin embargo, puede quedar en un estado cuya reparación sea demasiado costosa o en el que deba ser demolido.El ponente enfatizó que un edificio a prueba de terremotos también resultaría más sustentable si se piensa en términos de la energía que se requiere reparar sus daños o reconstruir sus pérdidas, lo cual está relacionado con los objetivos prioritarios de la agenda política internacional, una temática que va más allá del punto de vista técnico.
Entre los avances ingenieriles en esta dirección, destacó las tecnologías low-damage basadas en la resiliencia y PRESSS (Precast Seismic Structural Systems), así como nuevos modelos matemáticos (los tradicionales se centran en la fuerza del terremoto), que toman en cuenta la aceleración, el desplazamiento y las velocidades, factores que pueden determinar en mayor medida el daño a las estructuras, y otras soluciones: fachadas de madera que permitan el movimiento para evitar daños o los dispositivos de aislamiento sísmico que, con elementos estructuralmente simples, por ejemplo piezas de acero, emulan el funcionamiento de los templos griegos para disipar la energía de manera económica y eficiente.
