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Cultura y deportes
2023-11-21
¿Por qué conmemoramos el 25N?
La FI genera acciones en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Por: Diana Baca Sánchez
Fotografía: Antón Barbosa Castañeda
Comunicafi
la maestra Yoloxóchitl Jiménez Rodríguez e integrantes de la UIG-FI y la colectiva La Santuaria

Como parte del programa de actividades de la Facultad de Ingeniería en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25N), la Unidad Integral de Género (UIG-FI) y la colectiva La Santuaria ofrecieron la conferencia ¿Por qué el 25N?, a cargo de la maestra Yoloxóchitl Jiménez Rodríguez, profesora de la División de Ciencias Básicas y persona orientadora comunitaria (POC), el pasado 21 de noviembre en el Auditorio Raúl J. Marsal.

La ponente se remontó al origen del 25N: durante el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe (1981), las asistentes propusieron establecer el 25 de noviembre como el Día Internacional de No violencia contra las Mujeres, fecha en homenaje a las hermanas Mirabal "(las mariposas"), asesinadas en 1960 debido a su activismo político contra el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, y que la ONU retoma en 1991 con el apelativo actual. Explicó que esta violencia hacia la mujer incluye las acciones u omisiones basadas en género que causan daño psicológico, físico, económico, patrimonial o sexual en los ámbitos público o privado, e incluso la muerte, subrayando que ha existido a lo largo de siglos, aunque apenas hace unas cuantas décadas, por los cambios en las estructuras sociales, las mujeres pueden visibilizarla.

La profesora Yoloxóchitl compartió que, de acuerdo con Celia Amorós Puente, filósofa española y teórica del feminismo, la violencia forma parte de una estructura patriarcal que favorece y fomenta las diferencias en detrimento de las características percibidas como femeninas o ajenas a las asociadas con lo masculino, y se manifiesta en los tipos: física, psicológica, patrimonial y económica, y las modalidades familiar, laboral y docente, política, en la comunidad, institucional, digital y mediática y la feminicida, y compartió ejemplos cotidianos de esta violencia en la FI: docentes que se burlan y descalifican a estudiantes, chistes en perjuicio de otra persona, etc. Ante estos escenarios, invitó a ser la persona incómoda que señala conductas injustificables, y a usar el violentómetro para identificar actos que suelen pasar inadvertidos (humillaciones, insultos, chantajes y muestras de celos, entre otros) pero que dañan la dignidad de las personas.

Mostró el impacto de la violencia contra la mujer en México, de acuerdo con datos del Inegi, que indica que el 70.1 por ciento mayores de 15 años han sido violentadas de forma psicológica (prevaleciente), física o sexual en al menos una ocasión. Recordó que, ante esta alarmante situación, en 2007 se aprobó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, gracias a los esfuerzos conjuntos de colectivas feministas, la academia, las organizaciones civiles, legisladoras y del gobierno; mientras que en la UNAM, desde 1992 se creó el Programa Universitario de Estudios de Género, y en 2020, la Coordinación para la Igualdad de Género, así como la implementación del programa POC y de comisiones internas para la Igualdad de Género en cada entidad. Particularmente en la FI, se conformó la Unidad Integral de Género, que coordina la doctora Ana Carrera Aguilar.

Para concluir, recomendó "ponerse las gafas moradas", una práctica que permite analizar con perspectiva de género: invertir los roles, considerar y actuar con empatía frente a las situaciones de las mujeres por desventajas estructurales y visibilizarlas.