El pasado 21 de marzo, en el auditorio Javier Barros Sierra, se llevó a cabo la conferencia magistral Ingeniería Aeroespacial, que impartieron los ingenieros Roberto Kobeh, expresidente de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), Jesús Navarro, presidente del Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica, y Medardo Burgos, expiloto aviador de Aeroméxico, organizada por Ingeniería Aeroespacial Sociedad de Alumnos (IASA) en conjunto con la Unidad de Alta Tecnología de la FI.
El primer ponente, el ingeniero Kobeh, expuso la historia y funcionamiento de la OACI, el organismo de las Naciones Unidas que controla (vigila) la cooperación entre 193 países signatarios para asegurar una aviación ordenada y segura. Compartió datos relevantes de la OACI de 2019, previo a una baja temporal ocasionada por la pandemia de Covid-19: el transporte aéreo mundial benefició a 4,461 millones de pasajeros, hubo 42.3 millones de vuelos que representa el 3.4 por ciento del PIB globa y tiene indicadores de crecimiento sostenido. Destacó que en todo el mundo se necesita mayor infraestructura aeroportuaria para enfrentar los retos de la saturación de edificios terminales y de la capacidad de las pistas, y que para 2033 se requerirá la navegación basada en uso de satélites, un control de flujo más generalizado y la desfragmentación y uso flexible del espacio aéreo.
Por su parte, el ingeniero Navarro habló del tema de la navegación segura basada en tres ejes fundamentales: el diseño y manufactura, el mantenimiento y las operaciones. Especificó que, según las normas vigentes desde 1988, un avión debe cumplir con un nivel de seguridad cuantitativo sobre la probabilidad de que ocurra una falla catastrófica igual o menor a una en mil millones, así como uno cualitativo de que no suceda nunca en su vida operacional. Para que este criterio se cumpla, aclaró, la operación debe ajustarse exactamente y en todo momento a las condiciones del diseño de cada uno de sus componentes (la gran mayoría de accidentes se deben a desviaciones). Concluyó que todos los involucrados en el vuelo de un avión, desde la manufactura y el mantenimiento hasta su piloteo, son responsables de la seguridad con su apego a los procedimientos correctos, por lo que el trabajo de las y los ingenieros que desean desarrollarse en el área tiene un gran impacto.
Por último, el ingeniero Medardo Burgos abordó el tema de la aviación comercial moderna, cuyo origen situó en los años cincuenta con los aviones de motores de hélice. Hizo un recorrido por la historia de Aeroméxico y la evolución de sus flotas entre los años setenta y noventa; opinó que la época dorada de la aviación en México fue entre los ochenta y noventa, por la cantidad de aeropuertos en construcción y operación, y ejemplificó con la adquisición del Concorde. Para finalizar, instó a las juventudes que se forman en el área a trabajar duro para devolverle esa grandeza al país en el futuro.
