¿Qué sucedió primero: dedicarse a la ingeniería o ser madre?, ¿qué ha significado compaginar ambas labores? y ¿qué papel juega la organización y el apoyo familiar en esa ecuación? fueron algunas de las preguntas planteadas en el Conversatorio Ingeniería y Maternidad, organizado por la Unidad Integral de Género de la Facultad de Ingeniería (UIG-FI) el pasado 13 de mayo.
En el encuentro, un diálogo enriquecedor que giró en torno a la complejidad de equilibrar la maternidad con la actividad profesional de la ingeniería, participaron las maestras Antonia del Carmen Pérez León, Diana Rodríguez Bravo y Abigail Serralde Ruiz, así como las doctoras Norma Isela Vega Deloya, Esther Segura Pérez, Mayumy Cabrera Ramírez, Ann Godelieve Wellens y, en la moderación, Ana Carrera Aguilar, titular de la UIG-FI.
Para las investigadoras, funcionarias, profesoras y mamás, combinar ambas facetas ha sido un proceso significativo y desafiante, marcado por la organización y un fuerte respaldo familiar. En este sentido, resaltaron la importancia de contar con una red de apoyo sólida y recalcaron que ser madres, no es un obstáculo para el desarrollo profesional. Asimismo, compartieron cómo la maternidad ha contribuido al desarrollo de habilidades que también son valiosas en el ámbito profesional y que las han vuelto más resilientes, y abordaron diversos retos que enfrentaron, por ejemplo, dejar a sus hijos para realizar trabajo de campo.
Este conversatorio sirvió como una poderosa afirmación sobre los roles de las mujeres en los planos académico, familiar y profesional, ofreciendo una visión sincera e inspiradora para generaciones futuras.