El pasado 6 de junio, la Facultad de Ingeniería (FI-UNAM), a través de su División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra, y varias instituciones de México, Japón y El Salvador dieron inicio al proyecto internacional de reducción del riesgo de desastres compuestos asociados a grandes terremotos y tsunamis, cuya etapa de planeación comenzó en 2023 por iniciativa de las agencias Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y universidades de los tres países.
Con este proyecto se busca generar conocimiento científico, evaluar y simular los posibles desastres con nuevas metodologías, y beneficiar a la sociedad a través de la implementación de políticas públicas que reduzcan el riesgo asociado a terremotos y tsunamis. En un plazo de cinco años, se estudiará el ciclo sísmico en los puertos de Manzanillo, Colima (México) y de Acajutla (El Salvador); con los datos obtenidos, se realizarán simulaciones que permitan caracterizar estos fenómenos naturales de forma más precisa y, en una tercera etapa, se establecerán políticas públicas y medidas de prevención a través de trabajos de ingeniería para reducir los riesgos de daños.
Esta ceremonia protocolaria de puesta en marcha fue presidida por el doctor José Antonio Hernández Espriú, director de la FI; Rosa Delmy Cañas Orellana, embajadora de El Salvador; Ryu Murasawa, jefe de la sección Economía en la Embajada de Japón; el doctor José Alfredo Galván Corona, director general de Operación de Proyectos en la AMEXCID; Chiaki Kobayashi, director de la JICA; el ingeniero Enrique Guevara Ortiz, director del Cenapred; la doctora María Soledad Funes Argüello, coordinadora de la Investigación Científica-UNAM, y el maestro Roger Armando Arias, vicerrector administrativo de la Universidad de El Salvador.
En su intervención, el doctor Hernández Espriú resaltó que el inicio de este proyecto es de suma importancia para mejorar la seguridad de la población en las tres naciones de alta actividad sísmica, debido a su cercanía con los límites de las placas tectónicas. Destacó que el objetivo es crear importantes obras de ingeniería para beneficiar a la sociedad y que con este proyecto internacional se tiene previsto la instalación de instrumentación sísmica y geodésica de alta tecnología en las costas de México y El Salvador.
Por su parte, el doctor Galván Corona recordó que fue en septiembre de 2023 cuando México se incorporó a ese proyecto internacional y se revisaron las minutas y propuestas. Después de varios meses, se inicia formalmente esta investigación colaborativa que contribuirá a un mayor conocimiento de los terremotos y tsunamis, así como a la prevención y reducción de desastres compuestos, entre otros, incendios, derrames químicos e interrupciones en las cadenas de suministro.
En su turno, Chiaki Kobayashi hizo un recuento histórico de las colaboraciones académicas-científicas entre Japón, México y El Salvador que han permitido un avance y desarrollo en las acciones para prevenir y combatir desastres naturales, un tema en común para las tres naciones. Mencionó que JICA colabora con más de 65 países y, por cerca de 10 años, ha trabajado con México en el desarrollo socioeconómico y académico.
La embajadora de El Salvador en México celebró el inicio de este proyecto y lo caracterizó como "un hito importante en el fortalecimiento de los lazos de cooperación y el refuerzo de nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de nuestras comunidades en la prevención de desastres naturales a través de la difusión del conocimiento y experiencias propias en dicha materia". Se crean comunidades más resilientes a los riesgos y desastres derivados de terremotos, concluyó.
Finalmente, Ryu Murasawa manifestó que este importante proyecto fortalece aún más la relación entre México y Japón, vinculados por más de 400 años de historia, en ámbitos diplomático, económico y social. También celebró la cooperación entre las tres naciones lo cual permitirá aminorar los desastres que se han vivido anteriormente, en los sismos de 1985 y 2017 en México, y el tsunami de 2011 en Japón.
Cabe destacar que el equipo de México es liderado por el doctor Josué Tago Pacheco, de la FI, y también participan investigadores de la Facultad de Ciencias, el Centro de Geociencias, y de los institutos de Geofísica, Ingeniería y Geografía; mientras que el salvadoreño, por el doctor Miguel Hernández Martínez, de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador, y el equipo japonés, por el doctor Genta Nakano, del Instituto de Investigación para la Prevención de Desastres de la Universidad de Kioto.