Dos estudiantes de la Facultad de Ingeniería realizaron una estancia del 10 de junio al 3 de agosto en reconocidas universidades europeas. Jesús Alejandro Herrera Velasco y Jeremy Dimitri Larios Hernández, ambos de noveno semestre de Ingeniería Aeroespacial, fueron seleccionados en el programa Iniciación a la Investigación de la UNAM que permite a las y los participantes adentrarse en el ámbito académico internacional. En entrevista, comparten su proceso, retos y aprendizajes.

Para Alejandro, la pasión por el espacio comenzó desde niño con el sueño de ser astronauta. Fue esta chispa la que lo llevó a dejar de lado su intención inicial de estudiar Ingeniería Química para adentrarse en la recién abierta carrera de Ingeniería Aeroespacial (2020). Su meta siempre fue Alemania, un destino sugerido por sus profesores, así que, cuando se presentó la oportunidad de realizar una estancia en la prestigiosa Technische Universität München (TUM), no lo pensó dos veces.

El impulso de Jeremy fue similar. Aunque en sus primeras alternativas de estudios de licenciatura no figuraba la Ingeniería Aeroespacial, su gusto por los aviones lo hizo considerar ese camino y en el momento en que supo que la UNAM abriría la carrera, la adoptó. Luego, sin planearlo, la clase de sistemas de propulsión se convirtió en la puerta hacia la nueva experiencia en la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido.

Con la ilusión de ampliar sus horizontes académicos y culturales, los dos jóvenes se embarcaron en el reto. Alejandro cuenta que primero trabajó con el equipo del laboratorio de Remote Sensing Technologies de la TUM, colaborando en proyectos de inteligencia artificial aplicada al reconocimiento de terrenos mediante imágenes satelitales y, más adelante, en proyectos de drones bioinspirados, una línea afín a su tesis, la cual se centra en drones sumergibles. Jeremy, por su parte, se enfocó en la inteligencia artificial aplicada a modelos de turbulencia para estudiar la capa límite y generar redes neuronales para predecir el campo de velocidad, que luego servirían para hacer simulaciones de transición.

Si bien cada uno enfrentó desafíos particulares en su estancia, ambos coinciden en que aprender a trabajar en equipo, gestionar el tiempo, ser independientes de sus núcleos familiares y desenvolverse con soltura hablando una lengua extranjera fueron de los mayores aprendizajes. La distancia y la experiencia en un entorno diferente también los llevó a replantear sus metas; Alejandro ratificó su intención de regresar al país germano para realizar una maestría, mientras que Jeremy también tiene claro que le gustaría hacer un posgrado en el extranjero y que su futuro está en la investigación.

Para quienes sueñan con vivir una experiencia como la de ellos, Alejandro y Jeremy tienen consejos precisos: aprender idiomas, mantener firmes los sueños y proyectos, confiar en sus habilidades y tomar las oportunidades cuando se dan sin pensarlas dos veces. De igual manera, resaltan el papel fundamental de sus tutores, los doctores Carlos Romo Fuente y Jorge Alfredo Ferrer Pérez, para alentarlos y guiarlos en sus procesos, así como el apoyo de sus familiares y profesores.