El ciclo de conferencias que organizó la Asociación Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería (AAFI) en el marco de la Semana Mundial del Espacio 2015 finalizó el pasado 9 de octubre con la visita de la doctora Amanda Gómez González, gerente de Desarrollo Gubernamental de la Agencia Espacial Mexicana (AEM).

Para dar inicio a su ponencia, Infraestructura Satelital y Espacial Mexicana, profundizó en las aplicaciones de los satélites, entre las que se cuentan las telecomunicaciones, geo posicionamiento, investigación científica y percepción remota con fines meteorológicos, de alerta temprana y protección civil, o para apreciar cambios en el paisaje por incendios, inundaciones o urbanización.

A continuación explicó la diferencia entre las distintas órbitas en las que puede estar un satélite y sus fines. Los satélites GEO se encuentran a 35,848 kilómetros, giran a la misma velocidad que la Tierra, por lo que siempre están sobre el mismo lugar. Principalmente llevan a cabo trabajos de telecomunicaciones.

Por otra parte, los MEO están a una altura de entre 6,000 y 11,000 kilómetros. A diferencia de los GEO, su posición relativa respecto a la superficie no es fija. En la actualidad no existen muchos satélites MEO y se utilizan para GPS.

Finalmente, los LEO se encuentran mucho más abajo entre los 500 y los 3,000 kilómetros. Realizan tareas de comunicaciones móviles, teledetección, investigación espacial, vigilancia y meteorología.

Pero además del satélite, la infraestructura espacial implica vehículos lanzadores, transbordadores, cohetes, centros de control, usuarios, estaciones terrenas, transmisores, receptores, bandas, frecuencias, permisos y posiciones orbitales, especificó la ponente.

Actualmente México cuenta sólo con una parte de toda la infraestructura espacial: el sistema MEXSAT, compuesto por los satélites Centenario, Bicentenario y Morelos III. Sus aplicaciones son protección fronteriza, combate al crimen organizado, rescate naval, servicios móviles de voz y datos, comunicación de barcos y tropas, sistemas aéreos de alerta temprana, además de operaciones sociales, como alertas de emergencia, apoyo en desastres, educación a distancia y programas de telemedicina.

Para cambiar esto, la AEM busca generar capital humano especializado, proyectos en ciencia y tecnología espacial, ser un intermediario entre la academia y la industria, y crear empleo utilizando la potencialidad que nos da el espacio.

"La infraestructura espacial en su totalidad es clave para el desarrollo del país, no sólo el satélite. La formación de capital humano es esencial para construir una base sólida que nos permita crecer, su implementación será compleja y requiere muchos recursos, pero queda en ustedes que el compromiso de cumpla", finalizó.