Del 13 al 17 de enero, el auditorio Raúl J. Marsal de la Facultad de Ingeniería (FI) fue el escenario del Seminario de Actualización Personajes de la Historia: Datos Curiosos y sus Contribuciones, el cual, a partir de esta XV edición, tomó el nombre de su fundador Félix Núñez Orozco († mayo de 2023), como homenaje póstumo a su legado y compromiso con la enseñanza. Quien fuera profesor titular en la FI dejó una huella imborrable en sus estudiantes en las asignaturas de Química y Termodinámica, diseñó ejercicios para fortalecer el pensamiento crítico y participó en la creación de una página web técnica sobre termodinámica.
La labor de Félix Núñez se extendió al Centro de Docencia, donde colaboró en talleres y diplomados; al respecto, la doctora Martha Rosa del Moral destacó su pasión por la enseñanza y su énfasis en la observación, la curiosidad y la responsabilidad social. Políglota y respetado académico, desmintió la leyenda sobre su supuesta relación con la NASA, aunque su trayectoria bien lo habría permitido. Su verdadero legado perdura en las generaciones que formó, inspiradas por su espíritu crítico y su compromiso con el conocimiento.
La maestra María Cuairán Ruidíaz inició el XV Seminario con su personaje María Moliner, a quien describió como una auténtica “ingeniera de la palabra”; destacó su labor de archivista, bibliotecaria, historiadora, lexicógrafa y su invaluable contribución a la lengua española con su obra cumbre, la cual le llevó 15 años realizar: Diccionario del uso del español, e ilustró con una cita biográfica de Moliner: “Estando yo solita en casa una tarde, cogí un lápiz, una cuartilla y empecé a esbozar un diccionario que yo proyectaba breve”. Con una precisión casi científica, agregó, la zaragozana reestructuró y depuró el lenguaje, creando una herramienta accesible y funcional con 190 mil definiciones. La ponente también mencionó el elogio de Gabriel García Márquez a este monumental trabajo: “María Moliner hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana, dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua y –a mi juicio– más de dos veces mejor”.
En la segunda sesión, el doctor José Francisco Albarrán Núñez relató la historia de dos relojes astronómicos: el Orloj de Praga —que desde 1410 marca el tiempo con su esfera astronómica y su desfile de apóstoles que atrae turistas cada hora, diseñado por Mikulás de Kadan y Jan Sindel, y enriquecido en 1490 con un calendario perpetuo y esculturas góticas— y el de la Catedral de Estrasburgo, rediseñado en 1838 por Jean Baptiste Schwilgué, quien, de relojero autodidacta a profesor de matemáticas, perfeccionó el mecanismo añadiendo el desfile de apóstoles, un calendario perpetuo que calcula la fecha de Pascua, un planetario y la indicación de eclipses. “Ambos relojes dejaron una huella imborrable en la historia de la relojería”, concluyó Albarrán.
El tercer día, el ingeniero Rodolfo Solís Ubaldo centró su exposición en el destacado ingeniero y académico Emilio Rosenblueth Deutsch, reconocido por sus contribuciones al desarrollo de la teoría de sistemas y la cibernética, su enfoque multidisciplinario y su capacidad para integrar diferentes áreas del conocimiento, lo que lo convirtió en una figura clave en la ingeniería moderna, así como por su impacto en la formación de futuras generaciones de ingenieros y su legado en la investigación y enseñanza. Más que un ingeniero, fue un humanista que entendió la construcción como un diálogo entre la tierra y la arquitectura, concluyó.
En la cuarta intervención, el doctor Eduardo Espinosa Ávila abordó la vida y legado de Claude Shannon, cuyo trabajo, resaltó, revolucionó la comunicación moderna al desarrollar la teoría de la información, un concepto que convirtió la incertidumbre en un lenguaje preciso y estructurado. Su obra sentó las bases del mundo digital en el que vivimos hoy, marcando el camino para el desarrollo de tecnologías que permiten transmitir datos de manera eficiente y segura. “La influencia de Shannon sigue vigente, impulsando la evolución de la tecnología que utilizamos a diario”, puntualizó.
El ingeniero Alfredo Victoria Morales cerró el seminario con una ponencia sobre María Fernanda Campa, una de las pioneras de la geología en México y defensora de la equidad de género. La describió como "una alquimista de ideales", cuyo trabajo trascendió la ciencia para impactar la lucha por los derechos de las mujeres en la academia y la sociedad. Su legado, destacó, es un mapa donde convergen los recursos naturales y la justicia social.
Este Seminario, coordinado por la maestra Claudia Margarita Pérez Ruiz, de la Secretaría de Posgrado e Investigación, en colaboración con la doctora Del Moral, entre otros académicos, finalizó honrando la memoria de su fundador y reafirmando su misión de difundir el conocimiento y despertar la curiosidad en el estudiantado. Cada conferencia fue un recordatorio de que la ingeniería, la ciencia y la humanidad están profundamente entrelazadas, y que detrás de cada descubrimiento hay una historia que merece ser contada. Además, se revalidó la importancia de continuar con el legado de innovación y reflexión que Félix Núñez imprimió al Seminario, inspirando a futuras generaciones a seguir explorando, aprendiendo y, sobre todo, compartiendo sus hallazgos con el mundo.