El pasado 24 de febrero, representantes de la Luddy School of Informatics, Computing, and Engineering de la Universidad de Indiana —doctor David Wild, profesor de Informática y ciencia de datos, Molly Fisher, directora del Mexico Gateway, y Quetzalli Sánchez, coordinadora académica y administrativa— se reunieron con integrantes del equipo del Laboratorio de Inteligencia Artificial Microsoft de la Facultad de Ingeniería (FI-UNAM), la doctora Rocío Aldeco y los doctores Everardo Bárcenas, Oscar Arana, Miguel Pérez y Jaime Camacho, así como de la Coordinación de Internacionalización, la ingeniera Gabriela Alfaro (titular) y el ingeniero Ígor Clavel.
El doctor Bárcenas (coordinador de IA-Microsoft) presentó las líneas de investigación del laboratorio, entre las que destacó la verificación formal y síntesis, el bloque de cadenas para contratos inteligentes y protocolos de consenso, las aplicaciones de aprendizaje automático para la salud y la ciencia de materiales, mientras que los académicos detallaron algunos proyectos, como Uso de lógica difusa para construir aplicaciones del internet de las cosas basándose en una interfaz amigable que permita al usuario introducir instrucciones simples posteriormente interpretadas y traducidas en acciones precisas, y la verificación de consistencia de las reglas definidas por el usuario en tiempo real.
La ventaja de la lógica difusa, explicaron, consiste en su mejor manejo de instrucciones vagas, imprecisas o en conflicto asignándoles grados de verdad hacia una toma de decisiones más matizada y una reducción de errores, por lo cual proyectan aplicaciones en casas inteligentes, por ejemplo, en alarmas que emitan una alerta baja o media según el grado de movimiento, luz o sonido detectado.
Otros proyectos que presentaron fueron Extracción de características para compresión de datos en redes de banda ultra baja, caso Chichen Itzá —transmitir sólo una descripción suficiente, en lugar de datos brutos, para procesar imágenes en cámaras de seguridad, variables relevantes para redes de multisensores o resúmenes en mensajes de texto— y Modelos de predicción de ozono, que busca mejorar las regulaciones y políticas públicas actuales basadas en restricciones a la circulación de vehículos, mediante la sustitución de los pronósticos con una clasificación de los eventos de contingencia.
La IA en tiempos difícilesTras las presentaciones, el doctor David Wild impartió la plática AI in Crisis: How Artificial Intelligence Will Help Us to Survive and Thrive in Challenging Times, en la que ofreció un panorama de la que llamó "la era de la inteligencia artificial", por considerarla una tecnología con acceso a toda la información y desinformación del mundo. Tal circunstancia, advirtió, tendrá "efectos dramáticos" positivos y negativos en los años próximos, como el desarrollo de IA con capacidades que excedan a las humanas, el cómputo cuántico con poder masivo, y la carencia de una narrativa única y coherente de la realidad a causa de la saturación de información y la confusión que genera. La IA, agregó, será necesaria para darle sentido a esa información, pues es capaz de procesarla e identificar patrones y tendencias demasiado complejas para las personas, quienes podrán usarla para la toma de decisiones.
Posteriormente, el ponente abordó las maneras en que la inteligencia artificial ayudará a enfrentar grandes retos de la humanidad: en el incremento y propagación de enfermedades infecciosas y sistémicas, podrá acelerar, de meses a minutos, el proceso de descubrimiento de nuevos medicamentos y de distintos usos para los existentes; en el aumento de la frecuencia e impacto de desastres naturales, crearía flujos digitales de información contextualizada por tiempo, espacio y necesidades, condensándola para contrarrestar la saturación, y en la vulnerabilidad de la estructura tecnológica provocada por la dependencia de la nube depositaria de información, sujeta a cibersecuestro de datos, desinformación, violaciones de privacidad o interrupción de corriente, la IA fortalecería la resiliencia digital mediante herramientas de archivo y arquitecturas off-line o fuera de la nube, así como el manejo de amenazas produciendo modelos de éstas en tiempo real.
En este panorama caracterizado por la transformación digital de todos los ámbitos, el universitario de Indiana subrayó la alta demanda de la ciencia y la ingeniería de datos, indispensables para construir y manejar la infraestructura de hardware y software necesaria para el alto desempeño de la inteligencia artificial, y las áreas emergentes para su integración con fuentes de datos y procesos de negocios, aprendizaje automático explicable y federado, computación frontera, y procedencia de datos. Como conclusión, dijo que un posgrado en ciencia de datos marca una diferencia en el mundo actual y a mediano plazo, e invitó a los asistentes a conocer los programas que ofrece la Luddy School of Informatics (presenciales, en línea e híbridos) basados en proyectos y adquisición de experiencia. Sin embargo, recomendó que, por tratarse de un ámbito "para todos", con o sin formación académica, se podría comenzar "a jugar con la ciencia de datos" usando la IA como asistente.