El doctor Rodolfo Neri Vela, egresado de la Facultad de Ingeniería y primer astronauta mexicano en una misión de la NASA, recibió el Premio Nacional de Ingeniería 2014 por su destacada carrera en el área de telecomunicaciones, sus labores de docencia, investigación y divulgación de la ciencia y por ser una inspiración de éxito a nivel internacional para muchos jóvenes.

En la ceremonia de premiación, llevada a cabo el pasado 23 de octubre en el Palacio de Minería, el doctor Neri Vela dedicó el premio y expresó su agradecimiento a todas las personas que lo apoyaron y colaboraron durante su trayectoria, asimismo, compartió su galardón con los miles de ingenieros mexicanos que se esfuerzan día a día por levantar el prestigio del país.

También se pronunció a favor de sus colegas mujeres, al mostrar su asombro de que la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México (fundada en 1868) nunca haya premiado a una ingeniera: "Es necesario y oportuno, en honor a las ingenieras mexicanas y a la equidad de género a la que aspiramos, que muy pronto se reconozcan la calidad y éxitos de mujeres".

Relató que hace cuarenta años, cuando obtuvo su título de ingeniero en la UNAM, decidió que ya era hora de conocer el mundo, "no era fácil volar en esos tiempos y yo quería ir muy, muy lejos. Nunca imaginé que años después iría a donde pocos seres humanos habían incursionado, a un espacio desconocido y en el que sólo habían estado un puñado de rusos y estadounidenses".

Después de contar esta anécdota dijo, dirigiéndose a los estudiantes de ingeniería, que ojalá este premio sirva para estimular su desempeño, con el objetivo de vencer los obstáculos necesarios para triunfar y dejar huella a su paso por este camino. "Las naciones triunfadoras del siglo XXI serán las que logren generar conocimiento y eviten a toda costa la pérdida de sus mejores recursos humanos y la fuga de cerebros".

Sostuvo que si en México no se genera educación de alto nivel, investigación de vanguardia, instalaciones dignas y decorosas, suficientes patentes y la producción de tecnología propia, habrá un futuro incierto para las generaciones del mañana. "El gran perdedor de este desastre administrativo es México, ya que le regala sus mejores talentos a los países avanzados, mismos que se ven beneficiados con sangre nueva e innovadora", explicó.

Por otro lado, manifestó que la tecnología espacial es muy importante para la vida porque sin ella, por ejemplo, no se hubiera descubierto el deterioro de la capa de ozono o la existencia del campo magnético que defiende al planeta de la radiación solar, tampoco se hubiera desarrollado la comunicación en tiempo real o los satélites que se dedican a observar la Tierra.

"México está mejor preparado que hace treinta años cuando yo fui al espacio. En nuestro país se requiere una nueva visión estándar, una justicia rápida y clara, y mejores oportunidades de desarrollo profesional para nuestros jóvenes", finalizó.

En el mismo evento, también se entregó el Premio Nacional de Arquitectura a Enrique Ortiz Flores. En la mesa del presídium estuvieron los doctores Miguel Mancera, jefe de Gobierno del D.F.; José Narro Robles, rector de la UNAM, y Carlos Agustín Escalante Sandoval, director de nuestra Facultad.