El Ciclo de Conferencias de Otoño, organizado por el Centro de Docencia Ingeniero Gilberto Borja Navarrete, abrió sus puertas a tres estudiantes para que compartieran los hábitos de estudio y métodos de administración del tiempo que adquirieron al ingresar a la Facultad de Ingeniería, y cómo éstos son determinantes para completar exitosamente su licenciatura.

El objetivo de que los futuros ingenieros tomaran la palabra fue que los académicos conocieran más de cerca cómo se organizan sus alumnos y cómo pueden apoyarlos para mejorar su desempeño escolar.

Para dar diferentes puntos de vista, la mesa estuvo compuesta por Carlos Pérez Fuentes, de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, Rubén Ramos Bautista, de Computación, y el maestro Alberto Morales San Juan, egresado de Mecatrónica.

Para iniciar, Carlos expresó que los componentes para formar hábitos exitosos son organización, disciplina y dedicación. Para él, alumno de primer semestre, resultó positivo crear alianzas con compañeros que compartieran sus metas, programar un itinerario semanal, llevar una alimentación que coadyuve al buen funcionamiento mental y asignar un tiempo de estudio fuera de clases.

Enfatizó la labor de la FI, que además de ofrecer a sus estudiantes educación de calidad, les da espacios culturales de formación integral que son una pausa y complemento de las actividades académicas, además de que y reafirman la pertenencia universitaria.

"Si empleamos estos puntos de manera adecuada, al final del día los estudiantes podemos autorregularnos y lograr un equilibro en todos nuestros ámbitos", aseguró.

Por su parte, Rubén, de quinto semestre, coincidió en que la falta de organización resulta en un bajo rendimiento y lleva a algunos alumnos a creer que la universidad no es para ellos.

Apoyarse en el sistema de tutorías de nuestra Facultad y en métodos como el análisis FODA, la clasificación de actividades y el control de emociones es lo que le ha servido para mantener un buen desempeño.

"A todo lo que vayamos a hacer debemos asignarle una fecha, así nos aseguramos de que va en serio", recomendó.

Para redondear el tema, Alberto Morales San Juan, quien egresó de la FI y posteriormente realizó un posgrado en Alemania, habló sobre su experiencia cuando transitó los pasillos de la UNAM.

Narró que el primer semestre fue una verdadera lucha, por lo que implementó un plan de emergencia consistente en una reducción de actividades no académicas y una organización rigurosa que lo ayudaron a normalizarse y lo enseñaron a lidiar con fuertes cargas de trabajo.

Pero nivelarse no era suficiente, para diversificar su quehacer se unió al Laboratorio de Bio-robótica, comenzó a tomar clases en el CELE y cursos intersemestrales, y a practicar deporte y trabajo como voluntario. Esto le dio una base sólida para lograr su objetivo de realizar una maestría en Alemania.

"Fui de una organización cero a una bastante eficiente. Luego continué el modelo que aprendí aquí en la UNAM; la disposición y los horarios guiaron mi trayectoria en el extranjero", finalizó.