
La inauguración del Segundo Congreso de Salud Digital 2025 —celebrado del 24 al 26 de septiembre por las facultades de Ingeniería (FI) y de Medicina (FM) de la UNAM, con el propósito de explorar cómo las tecnologías digitales pueden transformar la atención médica hacia modelos centrados en el valor, mejorar la experiencia de los pacientes, humanizar la tecnología y fortalecer las competencias interpersonales— estuvo presidida por, en representación de la FI, el doctor Fernando Velázquez Villegas, jefe de la División de Ingeniería Mecánica e Industrial; el maestro Serafín Castañeda Cedeño, jefe del Departamento en Ingeniería en Sistemas Biomédicos (ISB) y la doctora Zaida Estefanía Alarcón Bernal, coordinadora de la licenciatura en ISB; y por la FM, los doctores Alejandro Alayola Sansores y Jorge Martínez López, jefe y coordinador de Investigación, Desarrollo e Innovación del Departamento de Salud Digital, respectivamente, en el auditorio Sotero Prieto de la FI.
En su mensaje de bienvenida, el maestro Castañeda Cedeño subrayó la relevancia de este evento como símbolo de la colaboración FI-FM en su compromiso de transformar el sistema de salud en nuestro país, así como del papel esencial que ha desempeñado Ingeniería en Sistemas Biomédicos al liderar proyectos en imagenología, biomecánica, salud digital y desarrollo de sistemas de evaluación con inteligencia artificial para pacientes virtuales, mediante la cooperación institucional (Dirección General de Atención a la Salud-UNAM, FunSalud, el Colegio de Ingenieros Biomédicos de México, entre otras) y empresarial (Baxter y SIMSA). Por último —recalcó—, el objetivo central del Congreso: "transformar nuestro sistema de salud para el beneficio de todas las personas".
Por su parte, el doctor Alayola Sansores destacó la importancia de dar continuidad a la primera edición del Congreso (2024), donde se presentaron resultados tangibles de investigaciones y soluciones tecnológicas aplicables a la vida real, como una "plataforma estratégica para responder a las problemáticas nacionales más apremiantes en salud pública". Explicó que la diabetes mellitus y la hipertensión arterial afectan a más del 15 y 30 por ciento de la población adulta mexicana, respectivamente; por lo que resulta indispensable generar estrategias innovadoras que trasciendan los modelos tradicionales. De igual manera, enfatizó que la medicina basada en valor constituye un paradigma evolutivo que centra sus esfuerzos en los resultados que mejoran la calidad de los servicios, reducen complicaciones y optimizan recursos. Finalmente, presentó de manera general el programa académico del Congreso e invitó a los asistentes a involucrarse activamente en cada sesión, cuestionando paradigmas y proponiendo nuevas ideas. "Las soluciones que surjan de este Congreso serán la semilla de un sistema de salud más justo y sostenible", concluyó.
A su vez, el doctor Velázquez Villegas, al inaugurar formalmente el evento, resaltó que este Congreso reafirma el compromiso de aportar innovación mediante la colaboración entre las facultades de Medicina e Ingeniería, la cual ha derivado en el fortalecimiento de la carrera de ISB, la vinculación con empresas y el desarrollo de un sistema de evaluación con inteligencia artificial para pacientes virtuales, entre otros logros. Más allá de la telemedicina o los dispositivos biomédicos —agregó—, el motor principal de la innovación en salud es el compromiso humano con la dignidad de los pacientes y la atención de la salud mental, "uno de los principales retos de nuestro sistema sanitario actualmente, y en el que la tecnología puede acercarnos a soluciones más accesibles y humanas" finalizó.
PonenciasEn la conferencia magistral "Medicina basada en valor", la maestra Monserrat Galindo Alvarado, senior manager Government Affairs-Baxter México, señaló que el valor en medicina no debe medirse sólo por la tecnología o los costos, sino por los resultados que el paciente experimenta y percibe (su experiencia), enfoque que exige redefinir indicadores de calidad, sistemas de pago y evaluación clínica. Por ello, destacó la necesidad de coherencia entre los objetivos sanitarios institucionales y las necesidades reales de las personas atendidas. Asimismo, precisó que la transparencia en los resultados y la participación del paciente en su propia atención son factores esenciales para consolidar un modelo de salud verdaderamente basado en valor.
En "Formar para Transformar: Competencias interprofesionales en Salud Digital con Enfoque en Valor", la doctora Angélica Avendaño Velasco, presidenta de la Red Iberoamericana de Salud Digital, afirmó que el éxito de la digitalización en salud depende tanto de la tecnología como del factor humano. Abordó la colaboración entre las distintas profesiones de la salud, la adaptación curricular para incluir habilidades digitales y éticas, y la formación continua como pieza clave para que médicos, ingenieros, tecnólogos y profesionales administrativos trabajen de forma coordinada. "La interprofesionalidad no es un añadido, sino una necesidad frente a los retos crecientes del sistema de salud —expresó—, en la que todos los actores comprendan con claridad sus roles y responsabilidades".
En "La triple hélice en la salud basada en valor", el licenciado Jorge Daniel Alarcón, director de Dispositivos Médicos de CANIFARMA, expuso cómo la interacción entre gobierno, industria y academia —el modelo de la triple hélice— puede impulsar la innovación regulatoria, el desarrollo tecnológico y el acceso a dispositivos médicos adecuados y seguros. Para lograrlo, destacó, es indispensable alinear las normas nacionales con estándares internacionales, simplificar los trámites regulatorios y garantizar que la tecnología llegue al paciente con equidad, a fin de resolver, por ejemplo, que pese a la amplia cantidad de claves de dispositivos médicos aprobadas en México, éstas se limiten en cobertura per cápita. "Estamos trabajando para que la regulación no sea una barrera, sino un facilitador del acceso", explicó, al referirse a la reforma de dispositivos médicos destinada a armonizar la producción nacional con estándares globales.
"Ya no basta con que los servicios de salud estén disponibles o que la tecnología sea de punta —advirtió—, lo que verdaderamente importa es la relación costo-beneficio real para el paciente, considerando resultados clínicos, calidad de vida y percepción del cuidado recibido." Este modelo, detalló, busca medir lo que le importa al paciente (supervivencia en enfermedades graves, reducción del dolor o recuperación funcional), más allá de lo que se evalúa tradicionalmente (ocupación hospitalaria, número de intervenciones, etcétera). Igualmente, aseguró que ello exige incorporar indicadores centrados en el paciente, reformar los mecanismos de financiamiento para recompensar resultados en lugar de volumen y promover la transparencia informativa, de modo que los ciudadanos sepan qué reciben y qué pueden esperar. Añadió que esta orientación ha permitido que los hospitales que la adoptan logren mejores resultados no sólo quirúrgicos o tecnológicos, sino también en el cuidado humano. En México, aunque existen iniciativas aisladas o pilotos, el reto mayor consiste en armonizar datos, integrar a los pacientes en los procesos de decisión y asegurar que las políticas públicas acompañen esta transformación, concluyó. TallereandoDurante el Congreso se realizaron talleres especializados como Interoperabilidad en sistemas de salud, Impresión 3D aplicada a la reconstrucción de imágenes médicas, Modelos de negocios en salud digital y Análisis de movimiento mediante machine learning. Estos espacios se distinguieron por su enfoque práctico y la interacción directa entre expertos y asistentes, quienes pudieron aplicar los conocimientos de manera inmediata en entornos simulados, consolidando así competencias técnicas esenciales para la transformación digital de los servicios sanitarios. La doctora Angélica Avendaño Velasco, coordinadora académica del Congreso, destacó que "los talleres permiten aterrizar la teoría en experiencias prácticas, formando profesionales capaces de responder a los retos reales del sistema de salud".
Hackathon: Innovación en Salud DigitalDesarrollado en el Departamento de Salud Digital de la FM, este reto involucró a equipos integrados por estudiantes, ingenieros, médicos y emprendedores, quienes trabajaron en la creación de soluciones tecnológicas orientadas a mejorar la experiencia del paciente y fortalecer la medicina basada en valor. El licenciado Alarcón reconoció estos espacios de innovación abierta como indispensables para demostrar que el talento joven puede transformar la salud con ideas frescas y factibles. Asimismo, la maestra Monserrat Galindo Alvarado hizo hincapié en que el Hackathon fomenta el trabajo interprofesional, pues "las mejores soluciones surgen cuando distintos perfiles académicos y profesionales se complementan con un mismo propósito".
Tras dos intensas jornadas, los grupos finalistas presentaron sus propuestas ante un jurado conformado por la maestra Jessica González Ceja (Innova UNAM), el doctor Roberto Romero López (Centro Médico ABC), la maestra Abigail López y Francisco Javier Fernández (emprendedor). El primer lugar correspondió a Depurap y su plataforma de terapias digitales con IA, diseñada especialmente para médicos rurales en la detección temprana de riesgo de enfermedad renal crónica en pacientes con diabetes o hipertensión, sin necesidad de conexión a internet y adaptada a las características genéticas, dietéticas y sociales de la población mexicana. El segundo lugar fue para Glicia y su aplicación móvil centrada en el empoderamiento del paciente —monitoreo de signos vitales, recordatorios personalizados, "rachas" de autocuidado y estimación de esperanza de vida— mediante el uso de IA y entrenamiento con datos clínicos nacionales; y el tercero, para Corima y su sistema de monitoreo colaborativo basado en ayuda mutua, con dispositivos conectados (glucómetros y tensiómetros con API), base de datos nacionales y recomendaciones personalizadas.
El equipo ganador, conformado por las y los estudiantes de la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina —Fernanda Eunice Franco Munguía, Brenda Aurora Medina Ramírez, Lizbeth Juárez Bermúdez, Cecilia Rendón Garay, Ileana Sánchez Terrón, Mario Jhair Carpio Guzmán y Lizbeth Itzel Rivera Romero—, así como por Mario Jair Valdez Ventura, estudiante de la Facultad de Ingeniería, destacó el carácter multidisciplinario de su trabajo. El grupo recibirá apoyo para el desarrollo y escalabilidad de su proyecto, así como una beca del 80 por ciento otorgada por el Colegio de Ingenieros Biomédicos para cursar el diplomado Diseño y Desarrollo de Dispositivos Médicos.
Durante la clausura, el maestro Castañeda Cedeño afirmó que el Congreso se consolidó como un espacio crucial para reflexionar y construir modelos sanitarios donde la tecnología sea un instrumento y no un fin en sí misma, y donde el valor verdadero se mida en la vida de las personas atendidas. Destacó que el encuentro brindó herramientas concretas para comprender cómo la salud digital transforma los procesos técnicos, la formación, la política y la ética del cuidado. Finalmente, las autoridades reconocieron el potencial de la colaboración interdisciplinaria y anunciaron que la tercera edición del Congreso aspira a tener alcance nacional.