El 26 de noviembre de 1985 fue una fecha especial para nuestro país: esa noche el doctor Rodolfo Neri Vela, egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, se convirtió en el único astronauta de México y primer representante de un país latinoamericano en un lanzamiento de la NASA. La misión: poner en órbita tres satélites de comunicaciones, incluido el Morelos II, y realizar una serie de experimentos en el espacio de gran interés para la comunidad científica.

Después de tres décadas de su viaje en el orbitador Atlantis, el doctor Neri sigue siendo un ejemplo y motivo de orgullo para la juventud, en especial de nuestra Facultad. Por tal motivo, el Colegio del Personal Académico (CPAFI) invitó al astronauta mexicano, protagonista del evento Conmemoración de los 30 Años de México en la Era Espacial, el pasado 23 de noviembre en el Auditorio Javier Barros Sierra.

Acompañaron a Rodolfo Neri el doctor Carlos Agustín Escalante Sandoval, director de la FI; los ex directores de la FI el ingeniero Javier Jiménez Espriú, también ex subsecretario de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico de la SCT, y el maestro Gerardo Ferrando Bravo que promueve la Agencia Espacial Mexicana (AEM); el licenciado Guillermo Castro Sandoval, director de Vinculación de la AEM; el profesor de la FI doctor Salvador Landeros Ayala, ex director de Sistemas de Satélites Nacionales, y el maestro Juan Fernando Solórzano Palomares, presidente del CPAFI.

"Hoy tenemos un invitado muy especial, un mexicano que hace 30 años dio un paso muy importante en la historia de nuestro país. Doctor Rodolfo Neri Vela, bienvenido a su casa", expresó el doctor Escalante Sandoval luego de destacar la trayectoria del homenajeado.

El doctor Landeros aseguró que en la misión STS-61-B no sólo participó un compatriota, también el prestigio de la UNAM. "Así como Rodolfo Neri contribuyó al desarrollo de las telecomunicaciones, ustedes también lo harán. Los nuevos satélites requieren nuevas tecnologías y hay proyectos ambiciosos que requieren profesionales dedicados e interesados por la investigación".

En su intervención, Javier Jiménez Espriú compartió su satisfacción por ver un Auditorio Barros Sierra pletórico y recordar una fecha histórica en la que él participó. "Me tocó presidir al comité que elegiría al primer astronauta mexicano. Comprendimos que esta persona, además de tener los conocimientos para desarrollar experimentos en el espacio, debía contar con juventud, carácter, personalidad y capacidades de divulgación científica para comunicar lo que vio", dijo el ingeniero.

Celebró que el gremio de la ingeniería por fin reconoció al doctor Neri al concederle el Premio Nacional de Ingeniería 2015. "Quiero felicitar a Rodolfo porque es una gente seria, motivada y motivadora, a la Facultad de Ingeniería porque de aquí egresó él y egresarán más jóvenes preparados, y también me felicito por haber sido director de esta Facultad y por haber seleccionado a Rodolfo Neri Vela", finalizó.

3, 2, 1, despegue.

En medio de una gran ovación, el homenajeado tomó su lugar en el estrado para platicar a los estudiantes de Ingeniería cómo llegó al espacio: una travesía que comenzó cuando él era joven y observó a Neil Armstrong alunizar en la misión Apollo 11. "Me preguntaba cómo era posible saber qué pasa en un lugar tan lejano. Entonces dije quiero estudiar eso, quiero ser ingeniero en telecomunicaciones".

Después de prepararse en la FI de la UNAM y estudiar el posgrado, atravesar una serie de tribulaciones y cambios en el contexto de los viajes espaciales, el doctor Neri Vela fue elegido para viajar a la NASA y despegar desde Florida con la misión de poner en órbita tres satélites. "Estaba con mis compañeros estadounidenses escuchando la cuenta regresiva. Finalmente, despegamos y en menos de 10 minutos llegamos al espacio, a 350 kilómetros sobre el nivel del mar, volando siempre a 28 mil kilómetros por hora y completando una órbita entera en 90 minutos".

¿Qué se siente estar en el espacio? ¿Qué se puede comer? son dos de las preguntas más frecuentes que le hacen al astronauta mexicano. "En caída libre permanente el cuerpo sufre alteraciones ya que el fluido del cuerpo se redistribuye, hay deshidratación y el cuerpo crece cinco centímetros porque las vértebras se expanden. Siendo el primer mexicano en el espacio, no podía perderme de mis tortillas. Después de ese viaje, la NASA reconoció que las tortillas son un alimento óptimo", afirmó orgulloso.

Además de los experimentos llevados a cabo en un ambiente sin gravedad, el doctor Neri tomó una serie de fotografías del territorio nacional, usadas para detallar zonas geográficas, como Baja California, Guerrero, Guadalajara, el Istmo de Tehuantepec y Cancún.

Después de esta experiencia, Neri Vela se volvió una figura con gran popularidad en escuelas, institutos y dependencias gubernamentales. "Comprendí que ser el primer astronauta mexicano conlleva una gran responsabilidad. Desafortunadamente, el frenesí aeroespacial en nuestro país fue apagándose por diversos factores: el terremoto de 1985, el mundial de futbol en México de 1986 y la explosión de la nave Columbia, entre otros", afirmó.

¿A dónde se dirige nuestra nave?

El sueño de Rodolfo Neri Vela ha cambiado, ya alcanzó el espacio, ahora tiene en la mente un solo objetivo: la Agencia Espacial Mexicana (AEM). "Comprendimos la necesidad de que México tuviera una agencia espacial, sin embargo en nuestro país las cosas avanzan muy despacio y esta idea se concretó hace 4 años aproximadamente", señaló.

Reconoció que México es un gran país con un alto potencial en el ámbito espacial, pero se deben realizar proyectos con seriedad, eficiencia y cumplir con fechas establecidas. "Si nuestro país quiere despegar debemos decirle no al incumplimiento, debe evitarse la inercia y tratar de innovar todos los días, sobre todo en la máxima casa de estudios; la UNAM no puede ser autocomplaciente", aseveró.

Para consolidar la AEM, el doctor Neri ofreció su apoyo incondicional a la Universidad para que más egresados se interesen por la Ingeniería Aeroespacial. "Esta Agencia es el sueño de muchos mexicanos y las instituciones educativas y funcionarios visionarios deben apoyar esta proyecto de largo plazo".

Por lo pronto, el próximo año se avecina la edición 67 del Congreso Internacional de Astronáutica (IAC, por sus siglas en inglés) en Guadalajara, que reunirá a las Agencias Espaciales, científicos y divulgadores. "Invito al doctor Escalante Sandoval a sumarse y aprovechar el Congreso para que los jóvenes y profesores conozcan a los mejores científicos del mundo".

Rodolfo Neri le recordó a los estudiantes que con motivación, dedicación y esfuerzo, cualquiera puede llegar a las estrellas. "Yo estuve en esas butacas donde se encuentran ustedes y no sabía qué sería de mi futuro. Afortunadamente tuve la oportunidad de ir al espacio. Si yo pude hacerlo, ustedes también pueden", finalizó.