Cuarenta y ocho académicos de la Facultad de Ingeniería pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Cinco de ellos tienen el máximo nivel que reconoce la excelencia en la labor docente, de investigación e innovación y desarrollo tecnológico. Las experiencias compartidas serán un ejemplo a seguir para alumnos y profesores de esta Facultad de Ingeniería.*
Esta sección inicia con el doctor Marcelo López Parra, quien se ha destacado por su compromiso en la formación integral de ingenieros y por contribuir en el desarrollo de proyectos orientados a la innovación y resolución de problemas de la industria y sociedad mexicana durante más de 36 años de labor en la FI.
Precursor de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de Querétaro —ahora Centro de Alta Tecnología—, se desempeña actualmente como académico del Centro de Diseño Mecánico e Innovación Tecnológica, además de ser miembro activo del SNI del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), nivel 3.
Con un amplio desarrollo en el diseño de máquinas, el doctor López Parra egresó de la FI como ingeniero mecánico electricista y posteriormente estudió también en la UNAM la maestría en Ingeniería Mecánica y otra en Robótica Industrial en el Instituto de Tecnología de la Universidad de Cranfield, Inglaterra, donde además cursó el doctorado en Diseño y Manufactura Avanzada. Como académico de la Universidad ha impartido las materias de Diseño de Ingeniería Mecánica, Diseño de Productos Sustentables, Mecánica de Sólidos y Diseño de Elementos de Máquinas.
Actualmente, trabaja en proyectos de la industria automotriz, empaque de alimentos y producción de miel. Con una larga trayectoria de estudios dentro y fuera de la Universidad, valora todas las oportunidades que la UNAM le ha brindado. "Nuestra Facultad tiene una fuerza y una infraestructura impresionante. En mi paso por universidades en el extranjero me he dado cuenta de que la FI tiene un excelente nivel. Considero que el hecho de tener títulos de posgrado no debe alejarnos nunca de nuestras metas como profesionales y transmisores del conocimiento", finalizó.
La ingeniería y el perfil idóneo
"Mi experiencia docente está ligada al área que desarrollo y a mi labor como investigador en el Conacyt. Mis clases se basan en la enseñanza a partir de la teoría aplicada a casos de estudio concretos, pues creo firmemente que utilizar la ciencia como una herramienta para generar valor, vuelve el aprendizaje más divertido y enriquecedor y contribuye a formar en los alumnos una actitud crítica orientada a la innovación", afirma el doctor Marcelo López Parra como punto de partida de estas reflexiones.
Desde su experiencia profesional, considera que el principal reto ante las actuales problemáticas del país y el mundo se encuentra en las aulas: "los ingenieros deben ser capaces de ir más allá de los libros, tener una visión crítica, romper paradigmas, cuestionar y proponer soluciones. Creo firmemente que un punto clave en la formación de cualquier profesional es dar más en menos tiempo, debido a la velocidad del cambio respecto a mediados del siglo pasado, por encontrarnos en un entorno mucho más competitivo, donde la globalización prevalece en todos los ámbitos: es de vital importancia acelerar el proceso de maduración y adquisición de conocimientos para evitar rezagos y avanzar a la par de la sociedad".
Desde su particular punto de vista, la capacidad para diseñar debe incluirse en el perfil de los profesores jóvenes, pues ésta va de la mano con la habilidad para resolver problemas. Si se le añade la investigación, la formación es más completa.
Una de las fortalezas de la UNAM es la visión multidisciplinaria, que facilita el trabajo colaborativo entre diferentes campos del conocimiento y diferentes generaciones, indispensable para la transmisión del conocimiento y el trabajo académico. Los jóvenes deben aprender a trabajar en equipo.
Docencia e investigación: un binomio indisoluble
De acuerdo con el doctor López Parra, la investigación, el desarrollo tecnológico y, por otro lado, la formación académica son las variantes que deben conjuntar los profesores. Así, los proyectos y avances que surjan de sus investigaciones regresan a las aulas para mejorar la formación académica.
El progreso es cuestión de actitud, nuevos enfoques, por ello recomienda a los profesores mantenerse siempre actualizados, asistir a coloquios, conferencias y congresos, de lo contrario es imposible transmitir el cambio a los jóvenes. Propongo mejorar cada día para cubrir el perfil de ingenieros de excelencia que se requiere.
Considera que los modelos de egreso actuales son muy distintos en comparación con mediados del siglo pasado. En ese entonces, la mayoría de ingenieros provenían de la UNAM. "La cantidad ha disminuido, pero tenemos que seguir enfocados en preparar a los mejores. Es a causa de esto que los profesores tienen que evolucionar, contar con la capacidad de proponer y generar conocimiento para luego aplicarlo".
"La investigación es la búsqueda de la verdad científica", ésta genera conocimiento a partir de los problemas planteados.
El doctor Marcelo está convencido de que se debe mantener a los docentes actualizados en cuanto al perfil de egreso del alumno, para que cuenten con la capacidad crítica de discutir sus temas y compararlos de forma rigurosa.
Abunda que para generar una investigación de valor es necesario crear problemas y cuestionar los conocimientos preestablecidos para generar los propios. "A través de la investigación, se obtienen contribuciones propias, se adquiere una visión crítica para aplicar los conocimientos que permita calcular las propuestas de valor empleadas en las empresas y ofrecer mejores propuestas, por lo que es un factor importante al conseguir y crear empleos", precisa.
Además menciona algunos elementos de medición de la pertinencia de las investigaciones científicas "el arbitraje en revistas indexadas, la obtención de patentes, la transferencia de tecnología y el uso de las tecnologías desarrolladas para generar riqueza y bienestar social".
Con base en la premisa de que la ciencia y la tecnología son herramientas que ayudan a medir la riqueza y el bienestar de un país, el doctor López Parra asegura que el desarrollo y la innovación científica como motor de bienestar social y crecimiento vuelven a la investigación un aspecto fundamental. El punto de referencia en cada actividad, continúa, son los grupos de excelencia del mundo, no sólo de la Facultad.
La universidad es indispensable en la formación de los jóvenes, declara, y la UNAM, además, es clave en la generación de riqueza y bienestar del país. "Recordemos que los profesores, alumnos y la Universidad estamos sujetos a factores de medición para rendir cuentas. Por ello, la evaluación de las actividades es necesaria".
La riqueza de la Universidad es generar una formación integral, que se enfoca en la investigación y visión crítica, esto es una gran fortaleza que se debe explotar, es el trasfondo detrás de la insistente petición de pertenecer al SNI; utilizar las asignaturas y los proyectos para que permee esa visión y actitud del alumno por cuestionar y convertirse en motor del cambio del país.
SNI
"El SNI es un reconocimiento a la calidad académica y forma parte del criterio evaluador al que tenemos que someternos, ya que el número de académicos en el sistema habla de la calidad y capacidad de los docentes que integran la Facultad y Universidad ante la sociedad y el sector productivo para resolver los problemas que lo aquejan, en especial tratándose de ingenieros, debemos resolver problemáticas en un contexto apremiante", afirma el doctor López Parra.
Es un elemento medular de evaluación necesario por el momento, abierto al cambio, que busca evolucionar; "en un futuro puede medirse la calidad de la Universidad por el número de premios Nobel que produzca, cosa que no está alejada de la realidad, pues ya contamos con los tres galardonados que ha dado el país", agrega.
Recordó que los criterios evaluadores del SNI cambian regularmente pero dio recomendaciones generales: la autoevaluación constante, la participación en proyectos de la Facultad, que además representa una oportunidad para generar recursos; habituarse a documentar sus proyectos con evidencias de las soluciones que dan, donde aplican herramientas tecnológicas o científicas para generar empleo, valor, bienestar o riqueza, que es lo que toma en cuenta el Conacyt.
Indicó que frecuentemente existe la idea equívoca de que si no se publica en una revista reconocida por el Journal Citation Report (JCR) las investigaciones carecen de validez. Por ello, da otras opciones como publicar capítulos de libros, crear patentes y participar en proyectos de desarrollo tecnológico donde se contribuya a resolver una problemática de impacto en un contexto global, aunque las tecnologías utilizadas no sean de creación propia.
Proceso de enseñanza
En opinión del doctor Marcelo López, el modelo tradicional de enseñanza en el pizarrón está en desuso; las tecnologías de la información ofrecen mayores herramientas docentes. Incluso, en el caso de la enseñanza de la ingeniería, existe la posibilidad de implementar diversos métodos con sus respectivas estrategias de medición, que permitan evaluar los resultados a través de estudios, comparaciones y propuestas de mejoramiento, lo cual confirma la necesidad de mantenerse actualizado.
En resumen, el tema de investigación en la Facultad de Ingeniería se puede analizar desde dos ángulos: primero como un motor generador de cambio y actualización constante de los métodos y herramientas que apoyan el proceso de enseñanza-aprendizaje, y segundo, como un hilo conductor del plan de desarrollo profesional de los profesores de la Facultad.
Un profesor que utiliza los proyectos de su propio equipo de investigación para apoyar la impartición de su cátedra envía a sus alumnos un mensaje muy valioso, ya que informa de los retos y problemas que actualmente enfrentan los distintos campos del conocimiento, asimismo, siembra una actitud de confianza para enfrentar y proponer soluciones innovadoras a temas de interés global.
Por otro lado, los profesores, al definir y trabajar en equipo en sus líneas de investigación, fortalecen el trabajo multidisciplinario de la Facultad y, a través de los proyectos, facilitan el acercamiento a nuevos métodos y herramientas para la práctica de la ingeniería en el sector productivo.
