En el marco del Seminario La Investigación en la Facultad de Ingeniería, el doctor Alejandro Cuauhtémoc Ramírez Reivich impartió la conferencia El Círculo Virtuoso de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Explotación, el 27 de abril en el Auditorio Raúl J. Marsal.

En la ponencia, el doctor Ramírez Reivich propuso un modelo de trabajo que parte desde la investigación hasta la obtención de beneficios, basado en su experiencia profesional en el área del desarrollo e innovación tecnológica.

El primer elemento de los tres que conforman lo que el doctor llama el "círculo virtuoso" es la investigación, la cual debe surgir del punto del que normalmente comienza el rediseño de una máquina para mejorar su funcionamiento. De esa manera, dijo, el proceso de diseño se hace ciencia.

De ahí sigue el segundo elemento del círculo: el desarrollo tecnológico, pues el resultado del trabajo teórico debe ser un producto que se pueda patentar. El doctor ejemplificó la combinación de estos dos puntos con el sistema de encapsulado que creó para exponer de manera segura el Acta de Independencia, los Sentimientos de la Nación y los códices prehispánicos. Añadió que todavía es un campo fértil, pues aún se carece de estudios sobre el deterioro de documentos.

El círculo se completa a través de la vinculación con la industrial que son las que llevan a cabo el término de la explotación. Al respecto, refirió su experiencia en una investigación del proceso de sellado de PVC que derivó en el desarrollo de una máquina que permitió sustituir ampolletas de vidrio por otras de plástico, multiplicando enormemente la producción.

Puntualizó que hay que buscar contacto con las compañías de vanguardia que son las que buscan un continuo desarrollo tecnológico y, por tanto, están en condiciones de financiar parte de un proyecto desde la fase de investigación. Agregó que no existen empresas mexicanas de esta categoría y que considera que el país debe pasar por un proceso de evolución antes de alcanzar dicha etapa.

El doctor Ramírez dijo que integra a los estudiantes a este círculo conformado por la investigación, el diseño y la explotación detectando a aquéllos de visión emprendedora para contactarlos con la industria. El alumno dedica su maestría a investigar algún proceso que pueda servirle a la industria; después de demostrar avances satisfactorios a través de artículos académicos, hace lo mismo en el doctorado y posteriormente aquélla le da trabajo para llevar su investigación a la etapa del desarrollo tecnológico.

Dado que los resultados, traducidos en ganancias, de la aplicación del círculo virtuoso en ocasiones son sorprendentes, el doctor cree que éste podría ser un buen modelo para generar recursos para la Universidad, a través de un fondo creado por las empresas beneficiadas. Para ello, dijo, la UNAM también tendría que evolucionar incrementando el presupuesto que destina a la investigación.