Facebook
Gaceta digital FI Ingenieria en Marcha
Comunicafi TVIngenieria comunicafi_unam
Vida Académica
2016-05-16
Planeación de infraestructura hidráulica
Luis Robledo Cabello expuso el caso del sistema Cutzamala que abastece de agua al Valle de México.
Por: Erick Hernández Morales
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Conferencia de la DICyG

La División de Ingeniería Civil y Geomática, a través del Departamento de Ingeniería de Sistemas, Planeación y Transporte, organizó la conferencia Planeación de Infraestructura Hidráulica, Caso Particular: Valle de México, impartida por el ingeniero Luis Robledo Cabello, el pasado 16 de mayo en el Auditorio Raúl J. Marsal.

En la ponencia, el ingeniero abordó la importancia de la planeación a largo plazo en proyectos hidráulicos a través de su experiencia profesional en las obras para el abastecimiento de agua del Valle de México por el sistema Cutzamala.

La necesidad de este sistema surgió de una crisis en el abastecimiento del recurso a principios de los años setenta que afectó al entonces Distrito Federal y la Zona Metropolitana. Debido a la falta de un plan para afrontar dicha crisis, en un primer momento los ingenieros tuvieron que ejecutar un plan de acción inmediata que consistió en la perforación de 300 pozos al norte del Valle de México, con lo que se resolvía temporalmente el problema, pues no debían operar más de 7 años.

Una vez atendida la urgencia, hubo una iniciativa de desarrollar un plan de abastecimiento a largo plazo. El primer paso fue el estudio de las alternativas de fuentes externas de dónde tomar el recurso de acuerdo con su factibilidad y respetando los usos futuros que podría tener el agua en sus respectivas regiones, y que determinó como la mejor opción el Cutzamala, explicó.

Enseguida se refirió a la planeación la cual debe estar presente en cada etapa de la ejecución del proyecto, empezando por la topografía de detalle y la realización de diferentes trazos del acueducto antes de decidir la mejor ruta. Luego vino el estudio de los aspectos propiamente hidrológicos: de 24 mil litros por segundo que se podían extraer del río, se limitó la capacidad del acueducto a 19 mil con el fin de no abusar de la extracción de agua que se requería en esa región.

También hubo planeación geotécnica con la consideración de la calidad de los suelos para la elección del material. En este caso se prefirieron las tuberías de concreto, con la ventaja de que las podían fabricar empresas mexicanas, puntualizó.

Agregó que aparte de los aspectos técnicos siempre se deben tomar en cuenta la planeación financiera, pues se requirió de un crédito externo por la falta recursos presupuestales del Gobierno; la planeación social, ya que el pago del crédito se hizo a través de un aumento en las tarifas del agua y se debía buscar la manera de aplicar esta medida de manera gradual.

La correcta operación del sistema también consideró que si bien el sistema funciona con 5 bombas, hay una extra para cuando alguna se encuentra recibiendo mantenimiento.

Finalmente, el agua del Cutzmala entró al DF un mes después de terminadas las obras, en cuanto estuvo listo el Acuaférico que recibe el agua bañando la zona poniente. En cambio, la falta de planeación en la administración pública del Estado de México retrasó demasiado la recepción en dicha entidad, pues la construcción del Macrocircuito destinado a ello ni siquiera había empezado y tardó aproximadamente 20 años, comentó.

En conclusión, el ingeniero calificó al proyecto de Cutzmala como un ejemplo exitoso de planeación hidráulica. No obstante, señaló tres fallas que "más que fracasos podían ser vistas como aprendizajes".

La primera fue la relacionada con la agricultura, pues, aunque el equipo encargado del proyecto tomó en cuenta posibles zonas de riego en la región, no previó que en el futuro la actividad agrícola crecería en otros tipos de terreno.

La segunda fue en el estudio de la calidad de los suelos que calificó de bajos los cloruros y sulfatos que resultan dañinos al concreto y al acero; sin embargo, se encontraban en la cantidad suficiente para causar corrosión a través de los años, un proceso que ya se ha dejado sentir lenta pero permanentemente.

La última es la falta de previsión del crecimiento demográfico, particularmente en el Estado de México ha implicado que hasta la fecha se siga extrayendo agua de los 300 pozos pensados como temporales, lo que implica el riesgo de que el acuífero se abata.

Para concluir, el ingeniero Robledo reiteró la importancia de la planeación en cada una de las etapas de un proyecto de ingeniería hidráulica y enfatizó el hecho de que el aprendizaje nace de la experiencia.