Uno de los temas que no podía pasar inadvertido en el marco de la 12ª Semana SEFI fue el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Para hablar de los objetivos, inversión, avances y retos del proyecto, el ingeniero Eric Moreno Mejía, en representación del maestro Raúl González Apaolaza, director corporativo de Infraestructura del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, acudió a nuestra Facultad en respuesta a la invitación hecha por la SEFI.

El gerente de Supervisión del Grupo Aeroportuario comenzó por explicar los antecedentes y las metas de la obra. El 3 de septiembre de 2014, fecha en la cual el presidente Enrique Peña Nieto anunció oficialmente el proyecto, se dio a conocer que el aeropuerto sería concebido como un hub, es decir, un punto de conexión entre el norte, centro y sur de América, así como con el resto de los continentes, para el que se requerirá de servicios e instalaciones de vanguardia. Un ejemplo de este tipo de aeropuertos es el de Atlanta.

En el plan de desarrollo también se dio a conocer que la fecha estimada para su operación sería en 2020, cuestión que implicaría el cierre del aeropuerto actual y la base aérea militar, pues se tiene destinado un sector dentro del hub para este último.

Asimismo, resaltó que la puesta en marcha del Nuevo Aeropuerto representa no sólo la "piedra angular de un proyecto social que ambientalmente genera un desarrollo limpio y sustentable", sino un punto importante de generación de empleos para los mexicanos.

Las fases del proyecto

El Nuevo Aeropuerto Internacional de la CDMX se ubicará en terrenos de Texcoco. Comparado con el actual, que abarca 770 hectáreas, tendrá una extensión de 4 mil 431, 6 pistas paralelas con opciones simultáneas, 159 puertas de contacto y una capacidad para 125 millones de pasajeros, casi cuatro veces más que el existente.

Para su desarrollo, la obra se dividió en dos ejes: el lado tierra y el lado aire. El primero fue ganado por el consorcio mexicano formado por Fernando Romero Enterprise y Foster+Partners, quienes llevaron a cabo el diseño arquitectónico de la terminal aérea, la torre de control, las vialidades de acceso, estacionamientos y el centro de control.

El contrato del diseño del lado aire, por su parte, fue ganado por la sociedad integrada por TADCO, NACO Y SACMAG (TANASA) —también mexicanas— e incluye el trazo de las pistas de aterrizaje, las calles de rodaje, plataformas, ayudas a la navegación, los edificios complementarios y el drenaje sanitario y pluvial.

En lo respectivo al Plan Maestro Hidráulico del aeropuerto, explicó que éste contempla una capacidad de almacenamiento tres veces mayor al del actual, 145 km de colectores marginales y 24 plantas de tratamiento. Asimismo, adelantó que se tiene pensado ampliar los carriles de la carretera de Texcoco de cuatro a doce.

El ingeniero detalló que tan sólo para la primera etapa se requirió una inversión de 15 mil millones de dólares y que se encuentran en curso el levantamiento de un campamento diseñado para alojar a 250 trabajadores de la obra, la colocación del drenaje pluvial provisional que servirá para proteger de las precipitaciones, la remoción de escombros, la construcción de 33 km de barda y camino perimetral, y la nivelación y limpieza del terreno, esto último para contar con una superficie uniforme y estable para el tránsito de vehículos. Agregó que a la par se realizan brigadas ecológicas y trabajos ambientales en los cuales participan habitantes de la zona.

A manera de conclusión, Moreno Mejía recalcó la importancia de priorizar la calidad sobre el tiempo en proyectos de gran índole como el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, una obra en la cual se pretende incorporar la participación de la sociedad mexicana para que la conozca en cada una de sus fases.

Una de las acciones para lograrlo, mencionó el ponente, fue poner al alcance toda la información del proyecto en la plataforma de datos abiertos del gobierno mexicano. Por el lado académico, el ingeniero habló de la posibilidad de realizar un convenio entre el Grupo Aeroportuario y la Facultad de Ingeniería para que los estudiantes de todas las ingenierías visiten las instalaciones de la obra, compartan su punto de vista, sus dudas e inquietudes, tal como varios de los asistentes las hicieron saber durante la conferencia.