Sistemas e Ingenierías Sanitaria y Ambiental fue la temática del pasado 21 de febrero, en el marco del XV Ciclo de Conferencias de la División de las Ingenierías Civil y Geomática (DICyG), con la participación del ingeniero Jorge Arganis Díaz Leal, asesor del Gobierno de la CDMX, quien impartió La Evolución de la Ingeniería en la Globalización.
Jorge Arganis señaló que la ingeniería mexicana vivió momentos importantes en los años sesenta con profesionales con una sólida preparación, espíritu nacionalista y compromiso social, quienes se desarrollaron con éxito en diversas regiones del país, dando grandes avances a las ingenierías minera, petrolera, geológica y civil, creando tecnología propia para resolver las complejas características del territorio nacional.
Los ingenieros de esa época se posicionaron en puestos claves dentro del sector público y privado (secretarías, empresas paraestatales y privadas, bancos, industrias y consorcios extranjeros) y abrieron la exportación de servicios de consultoría, diseño y construcción en países de todo el mundo lo que trajo el prestigio internacional de la ingeniería por su capacidad, cumplimiento y calidad, explicó.
Agregó que en los noventa las políticas neoliberales y la apertura a la globalización alentaron la privatización de paraestatales; la infraestructura nacional y la política social dejaron de ser prioritarios y los monopolios se apoderaron de las industrias, bancos, minas, la energía eléctrica y la actividad petrolera. "Esto urgió a transformar y mejorar la formación profesional de los futuros ingenieros para que compitieran con éxito en un mundo globalizado; además, el avance tecnológico revolucionó la forma de hacer ingeniería: más innovadora y dirigida a fortalecer la investigación y el desarrollo tecnológico nacional".
Subrayó que actualmente la ingeniería mexicana vive una crisis de imagen, liderazgo y actitud, y se ha debilitado al grado de perder la confianza y la respetabilidad de la sociedad, las autoridades y los políticos: "La sociedad percibe a este gremio poco formal, ineficiente y corrupto, mientras que los extranjeros como una profesión con obsolescencia".
Afirmó que se han perdido espacios que habían pertenecido a la ingeniería mexicana, así como presencia en las grandes decisiones nacionales. Aunado a esto, los gremios de ingeniería se han envejecido y su número de socios reducido: "En otros tiempos participábamos en paraestatales, gobiernos estatales, municipales, en congresos y en las universidades (rectores)".
Destacó que hoy la ingeniería del país ha sido invadida por extranjeros con el beneplácito de los gobiernos que prefieren importar la tecnología, los estudios y gerencia de proyectos, los materiales y equipos de construcción, contribuyendo a que muchas empresas mexicanas dejaran de exportar sus servicios.
Para revertir esta situación, se debe poner énfasis en la formación profesional, innovación tecnológica e investigación, la ética profesional, atraer la respetabilidad y lograr nuevamente el liderazgo; inculcar en los estudiantes un cambio de actitud para enfrentar la vida profesional con espíritu de competencia, autoridad y decisión para participar en los fenómenos sociales, planteó.
Exhortó a los jóvenes a dejar la apatía y participar en los cambios políticos, de gobierno y legislativos, a recuperar las posiciones de poder e impulsar la unidad gremial. Hizo hincapié en prepararse mejor para enfrentar la competencia internacional con sentido nacionalista y valores, promoviendo una sociedad más incluyente y humana, solidaria y comprometida con el esfuerzo por construir una convivencia colectiva permanente.
Características del ingeniero global
El ingeniero Arganis describió el perfil de los futuros ingenieros mexicanos globales: competentes, versátiles y competitivos, con capacidad para comunicarse y actitud ética; flexibles para trabajar en equipos internacionales y multidisciplinarios; con posgrados en áreas innovadoras y manejo de herramientas tecnológicas; proactivos, multifuncionales, dispuestos a cambiar su residencia y con dominio del inglés, liderazgo y capacidad para influir en las decisiones, disposición para colaborar con sus colegas y de entender las diferencias de raza y creencias.
Jorge Arganis urgió a los ingenieros a reaccionar ante el panorama crítico que vive este gremio, de no hacerlo se seguirá abriendo el espacio a los extranjeros: "Las oportunidades se irán reduciendo en todo el mundo, los únicos mercados serán los países que no representan competencia para las grandes compañías internacionales y donde sus profesionales continúan siendo pusilánimes y no defienden su conocimiento, experiencia y el acervo acumulado durante generaciones", advirtió.
Finalmente, llamó al gremio a sumar esfuerzos: "Ser ingeniero en estos momentos es sinónimo de fortaleza, templanza y gallardía para enfrentar los retos de un mundo globalizado. Un ingeniero global tiene que ser intolerante a la simulación, la ineficiencia, la impunidad y la corrupción. El rango distintivo es actuar siempre con valores éticos, la conciencia tranquila y la frente muy en alto para defender a la profesión y a nuestro país", concluyó.
