La sesión vespertina del último día del XV Ciclo de Conferencias de la División de Ingeniería Civil y Geomática (DICyG) empezó con el ingeniero Jaime Pinzón, en representación del ingeniero Carlos Salmán González, con la conferencia 45 Años de Búsqueda de una Plataforma Conceptual para el Desarrollo Nacional.

En ella, abordó la historia de la cartografía desde los inicios de la Comisión de Estudios del Territorio Nacional (CETENAL), donde el ingeniero Salmán González tuvo gran participación y en donde nació su ambición por dar a México mapas detallados no sólo de su geografía, sino también catastrales.

Lamentablemente, este proyecto perdió impulsó en 1977. Convencido de la importancia y utilidad de recopilar y transmitir esta información, el ingeniero Salmán se aventuró a crear su propia empresa, Sigsa, que hoy cuenta con más de 30 años de experiencia en el ramo.

Uno de los principales objetivos de estos estudios es informar y orientar a las comunidades para que puedan tomar decisiones acertadas respecto a su entorno. "La cartografía es el medio idóneo para hacer el inventario de todos nuestros recursos naturales. Si no sabemos con qué contamos, no sabemos qué podemos hacer ni qué nos falta hacer", apuntó el ingeniero Pinzón.

Con esto en mente, Sigsa ha trabajado en la elaboración de mapas con diferentes escalas y los ha puesto a disposición del público. Estos pueden combinarse, por ejemplo, con bases de datos para generar información provechosa.

"Como futuros ingenieros, está en sus manos lidiar con los problemas de nuestro país de la manera más eficaz, esperamos que esto les sirva de base", concluyó el conferencista.

Hechos y personajes de la FI

La conferencia que cerró toda una semana de intensa actividad académica tuvo un giro histórico y anecdótico. El ingeniero Gonzalo López de Haro, secretario General, fue el narrador elegido para presentar Algunos Hechos y Personajes de la Historia de Nuestra Facultad, ponencia que compartió de manera muy amena.

La primera parte de su exposición constó de una visión panorámica de la trayectoria de la Facultad, con el propósito de poner "la Historia al servicio de la esperanza". Enfocado a personalidades docentes destacadas, en su recuento no podían faltar Fausto de Elhúyar, ex director del Real Seminario de Minería y descubridor del wolframio, o Andrés Manuel del Río, descubridor del vanadio.

Más adelante en la época de la Independencia sobresalen por su participación en la lucha armada el profesor Mariano Jiménez y sus alumnos, quienes se encontraban haciendo prácticas de campo en las minas de Guanajuato. Sus restos descansan en la Columna de la Independencia.

Además, la Facultad de Ingeniería ha dado a la Universidad 3 rectores, profesores eméritos e investigadores admirables; y a México, varios gobernadores, secretarios de estado, directores de las grandes empresas paraestatales y visionarios hombres de negocio.

Pero los egresados de la FI han incursionado en mucho más que la ingeniería. Tal es el caso de Lucas Alamán, Enrique Krauze, Vicente Leñero, Jorge Ibarrgüengoitia, Federico Silva, Rodolfo Neri Vela, hombres que han llevado el nombre de la Facultad a lugares inesperados.

En un tono más lúdico, el ingeniero López de Haro se dedicó a hablar de la intrahistoria, esos pequeños sucesos de la vida cotidiana que en conjunto conforman la gran trama de la existencia y que no dejaron de hacer reír a los oyentes.

Aquí se colaron las historias de Alberto J. Pani y sus andanzas en Nueva York como ministro de Hacienda; del joven y galante Carlos Ramírez Ulloa, más tarde fundador de la Comisión Federal de Electricidad, trabajando en obras de riego en Coahuila y rompiendo corazones al mismo tiempo, y de un 10 que puso por error el profesor Luis López a un alumno fallecido, y que justificó como homenaje póstumo.

Una de las anécdotas que más arrancó risas a los presentes fue la que llevó en 1956 al alumno Jorge López Yáñez a la portada de la revista Life. Después de una tarde de toros, se le ve llevando en hombros al torero Rafael Rodríguez. En el ojo del fotógrafo queda plasmado el instante justo en que el ambiente festivo sobrepasa todo y el joven no se da cuenta de que un niño le está sacando la cartera. A un lado, también ignorante de la situación, se encuentra un policía.

"Este país es distinto gracias a la labor del ingeniero, y gran parte de las acciones que hicieron eso posible son responsabilidad de los ingenieros de esta Facultad. Jóvenes, siéntanse orgullosos de su pasado y comprometidos a mantener el prestigio", cerró el ponente.

Para dar cierre al evento, el ingeniero Fernando Monroy Miranda tomó el micrófono para agradecer a todos los que participaron el XV Ciclo de Conferencias de la DICyG.

El maestro Germán López Rincón, jefe de la DICyG, recordó que el Ciclo se inscribe en los festejos por los 225 años de la Facultad de Ingeniería y dio por clausurados los trabajos de la jornada.

Finalmente, en la tradicional rifa se obsequiaron 50 paquetes de libros y, como premio mayor, un dron.