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Vida Académica
2017-03-15
Historia de la Ingeniería en México
Los 225 años de la Facultad, producto de grandes hombres y héroes nacionales.
Por: Aurelio Perez-Gómez
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Físico Francisco Omar Escamilla González

El físico Francisco Omar Escamilla González, responsable del Acervo Histórico del Palacio de Minería (AHPM), ofreció la plática Historia de la Ingeniería en el mundo, en México y en la Facultad de Ingeniería, dentro del marco de los festejos por los 50 años de la División de Ciencias Básicas (DCB), coordinada por la doctora Evelin Salazar Guerrero, quien leyó una breve semblanza del ponente.

Egresado de la Facultad de Ciencias (UNAM), Omar Escamilla se integró en 1999 al AHPM en proyectos relacionados con el Fondo Antiguo de la Biblioteca y desde 2007 es el responsable del Acervo. Es especialista en Técnica Minera (siglos XVIII y XIX); Ingeniería Civil (finales siglo XIX); Transferencia Técnica de Alemania a México y Circulación de Libros Técnicos y Científicos en México (siglos XVIII al XX). Es miembro fundador de seminarios consultores de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Ha publicado diversos artículos académicos y participado en congresos y simposios nacionales e internacionales sobre historia de la minería, de la técnica, de la ingeniería y de las ciencias.

Para iniciar su ponencia, el físico Escamilla recordó que además del cincuentenario de la DCB, "estamos festejando los 225 años de la fundación del Real Seminario de Minería, que es el antecedente directo de la Facultad de Ingeniería".

Explicó los tipos de conocimiento: el empírico, el cual se puede definir como el "conocimiento del taller", alguien sabe hacer algo y está fundamentado por la experiencia; el conocimiento aplicado, "saber del ingeniero", donde el sujeto sabe los fundamentos y teoría y los transforma en aplicaciones o máquinas, y el conocimiento científico, "saber de un hombre de ciencias" que es capaz de entender todos los principios básicos de un objeto de estudio, pero desconoce si es aplicable o tiene un uso práctico.

Después se refirió a las culturas antiguas (mayas, aztecas, egipcios) que lograron construir sus pirámides y ciudades sin tener los conocimientos de hoy, como las matemáticas cartesianas o geometría euclidiana. A finales de la Edad Media, "el conocimiento" estaba dividido en gremios organizados en categorías: un maestro tenía oficiales y aprendices, quienes al paso de tiempo se convertían en oficiales y después de aprobar un examen en maestros. En el Renacimiento, se crean máquinas (molinos o las norias) a las cuales llamaban "ingenios", término que se extendió a los operadores.

Los conquistadores en América impusieron su cultura, ideología y forma de vida, lo cual incluyó los métodos que usaban en la minería. Por lo cual, "se planteó la necesidad de preparar gente con los conocimientos y las técnicas adecuados que permitieran la extracción y beneficios de los minerales. Joaquín Velázquez Cárdenas de León y Juan Lucas de Lassaga redactan en 1774 una solicitud a Carlos III (1716-1788), Rey de España, para la creación del Real Tribunal General y el Real Seminario o Colegio Metálico. El 1 de enero de 1792, Fausto de Elhuyar inauguró el Real Seminario de Minería con lo cual se inició la enseñanza de la ingeniería minera en el continente", indicó.

La idea de crear un colegio de este tipo no era nueva, ya existían varias escuelas o centros de estudio en Europa, como fue la Escuela de Minas de Freiberg (Sajonia, Alemania), primera institución educativa sobre minería en el mundo y que por su cercanía con el imperio español tuvo mucha influencia en el continente americano. Uno de los más importantes profesores de esa escuela fue Abraham Gottlob Werner, considerado uno de los fundadores de la Ciencia de la Tierra moderna, quien dividió a la Minería en tres disciplinas: Orictognosia (estudia y describe a los fósiles), Geognosia (estudia los cuerpos sólidos de la tierra a través de las distintas capas de fósiles o yacimientos) y Arte de minas (trabajo en minas o técnicas mineras); sus libros e investigación fueron fundamentales para el Real Seminario de Minería.

Este Colegio tuvo ilustres catedráticos: Fernando Lidner, Andrés Manuel del Río (descubridor del Vanadio) y Fausto de Elhuyar (Wolframio), estos dos últimos, alumnos de Abraham Gottlob Werner y considerados por Alexander von Humboldt como sabios de su época, abundó.

Por sus aulas pasaron José Antonio Rojas, Casimiro Chowell, Rafael Dávalos y Ramón Fabié, estudiantes que tuvieron una destacada participación en la Guerra de Independencia.

Años después, Benito Juárez expide la Ley Orgánica de Instrucción Pública en el Distrito Federal (1867), la que transformó al Colegio en Escuela Especial de Ingenieros y se creó las carreras de Ingeniería Civil, Mecánico, Electricista, Hidrógrafo y Agrimensor, y se modifica la de Minas.

En 1883, el ingeniero de minas Antonio del Castillo, director de la Escuela Nacional de Ingenieros (ENI), encomendó a su discípulo Baltasar Muñoz Lumbier viajar al norte para estudiar las meteoritas (cuerpos celestes de naturaleza pétrea, metálica o mixta que logran cruzar la atmósfera y son recuperados) y traerlas a la capital.

Las meteoritas del Palacio de Minería están entre las más grandes y pesadas del planeta; los pedestales de fierro en los que fueron colocadas son obra de Daniel Palacios, profesor de mecánica de la ENI, "quien en 1895 calculó no sólo la resistencia, sino el punto de equilibrio exacto para que estas rocas permanecieran en su sitio y de forma segura desde entonces a la fecha", destacó.

Después de los múltiples conflictos y guerras del siglo XIX, México tenía pocos recursos económicos para su desarrollo. Se ha criticado al gobierno de Porfirio Díaz por dictador y represor, sin embargo, opina Omar Escamilla, gracias a que pacificó al país, se dieron las condiciones necesarias para el impulso de la ingeniería, a la cual podríamos llamar "la época dorada".

Sobre el ingeniero Antonio M. Anza, mencionó que es uno de los padres de la ingeniería civil, ya que inició el estudio a través de pruebas de materiales (una muestra para someterla a experimentación y otra para ser conservada). Omar Escamilla anunció que se está acondicionando un espacio en el Palacio de Minería para rescatar parte de estos materiales. "Hay catalogadas cerca de 400 piezas y podrían llegar a mil, para convirtirse en la colección más antigua y grande de materiales de construcción en América".

Finalmente, apuntó que en el siglo XX los egresados de la FI contribuyeron al desarrollo del México, mediante la construcción de infraestructura, caminos, plantas de energía. Además de crear empresas fundamentales, como Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos y la Comisión Nacional del Agua. "Estos 225 años de la Facultad ha sido producto de investigaciones de punta, proyectos de innovación y de una larga tradición de grandes hombres y héroes nacionales. Los alumnos actuales son los herederos de esta tradición y serán responsable de continuar este legado".