El pasado 6 de abril se llevó a cabo la conferencia De la Violencia Interpersonal a las Relaciones de Buen Trato, a cargo de la maestra Marcela Valadés Morales y la licenciada Ruth Méndez Hernández, organizada por la Secretaría de Apoyo a la Docencia, a través del maestro José de Jesús Huezo Casillas, coordinador de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos, Copadi.

Las ponentes explicaron que la violencia es una forma legitimada para controlar y dominar en el ámbito interpersonal o colectivo; se basa en una sociedad jerarquizante, en la percepción del entorno desde el juicio y la calificación, el desprecio a lo diferente, la valoración del dolor, el castigo al placer y en el apego. "En cualquier aspecto, todo lo que no es consensuado es violento", aseveraron.

Aclararon que la agresión es una conducta inherente al ser humano, estar preparado para responder a un ataque, mientras que la violencia, una agresión cuya intención es la de dañar física o psicológicamente de forma dirigida e intencional y que va en aumento; ambas se relacionan con el enojo, una emoción básica.

En cuanto a la violencia de género, abundaron, se desarrolla a partir de los estereotipos de hombre o mujer, por lo que hay sometimiento a quienes salen de lo que se espera, afectando la libertad, dignidad, seguridad e intimidad.

Detallaron el ciclo de la violencia: acumulación de tensiones, episodio violento, arrepentimiento y luna de miel, en la cual el victimario promete no repetir la conducta, lo que complica tomar conciencia de la relación de abuso y ponerle fin.

Las consecuencias de la violencia afectan a la víctima, al agresor y los testigos: problemas físicos y psicológicos, autoestima, y rendimiento laboral o escolar bajos, aislamiento, ansiedad, depresión, culpabilidad, posibilidad de repetir la conducta violenta, insensibilidad ante las injusticias e incluso suicidio.

Por otro lado, el buen trato contempla de manera equitativa y armoniosa las necesidades y valoraciones de las personas. Para lograrlo se necesita autoconocimiento y auto cuidado, reconocimiento de las emociones, responsabilizarse del bienestar propio, negociar los conflictos en vínculos afectivos, establecer límites, aceptar despedidas y habilidad en la toma de decisiones. Es importante manifestar lo que se siente en el momento, la validación de las diferentes percepciones del entorno, apreciación del placer como necesidad humana y la incorporación del cambio como parte fundamental de la vida.